El PP saca partido en Santiago de su propio fracaso

Los populares sostienen que el actual alcalde, Agustín Hernández, gana enteros entre los votantes al compararlo con los dos anteriores regidores de la formación, que tuvieron que dimitir tras escándalos relacionados con la corrupción

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En Galicia el Partido Popular vivió este último mandato municipal su primera gran crisis de partido en Santiago. La capital gallega se convirtió en un problema capital para Alberto Núñez Feijóo. El alcalde electo, Gerardo Conde Roa, llegó al poder en 2011, consiguiendo la mayoría absoluta para el PP. No era el candidato deseado por el presidente autónomico pero logró el bastón de mando. La alegría, sin embargo, duró pocos meses. Se vio forzado a dimitir al ser imputado por un delito de fraude fiscal. En su lugar dejó al edil responsable de Educación, Ángel Currás. Lejos de mejorar, la historia empeoró.

Conde Roa cedió al cargo a Currás a pesar de que la dirección del partido, también en esa ocasión, prefería otro recambio. Paula Prado que, al tiempo y relacionada con la Operación Pokémon, acabó por dimitir como portavoz del PP en la comunidad.

La gran crisis de partido

El concejal ascendido a alcalde también salió rana. En pocos meses acumuló dos imputaciones a sus espaldas. En la Pokémon se le acusaba de tráfico de influencias y, además, un juzgado de Santiago abrió una causa contra él por supuesto acoso laboral a un policía local que, en día, denunció a un miembro del partido al que sorprendió bajo los efectos del alcohol durmiendo en su coche en una rotonda.

En junio del año pasado llegó el gran mazazo. Además de los problemas con Currás, ya patentes, siete ediles se vieron forzados a dimitir, inhabilitados por una sentencia judicial que los condenó por prevaricación. A estas bajas se sumaban las de otros dos concejales imputados, también, en la Operación Pokémon, que investiga una trama relacionada con el tráfico de influencias y la prevaricación en el ámbito municipal.

Hernández ataja el «desgaste de marca»

Aunque Feijóo tuvo serios problemas para lograrlo, acabó forzando la dimisión de Currás. A grandes males, grandes remedios. Optó por un hombre de su confianza. Uno de los miembros de su Gobierno mejor valorados, el responsable de Medio Ambiente e Infraestructuras del Gobierno gallego, Agustín Hernández. Desde el partido creen que puede ser capaz de lograr revalidar la mayoría absoluta. Sostienen que su imagen es buena, y todavía más entre el electorado compostelano, que «lo compara» con sus predecedores en el cargo.

Si bien diversas fuentes aseguran que existen encuestas internas dentro del propio PP que indican que Hernández estaría cercano ya a la mayoría absoluta, desde la formación de la gaviota niegan la mayor. Aseguran que, de momento, no hay escuesta, pero que diversos análisis les indican que la imagen del partido, que se había visto seriamente tocada con Conde Roa y Currás, ha mejorado sensiblemente. «Se detectó un desgaste de marca importante con lo que pasó con los dos anteriores regidores, pero se ha revertido. La ciudadanía valora muy positivamente la gestión de Hernández», aseguran desde el partido.

Un nuevo actor: Martiño Noriega

Saben, no obstante, que para gobernar, necesitan revalidar la mayoría absoluta y para ello han puesto toda la carne en el asador. En uno de los últimos actos públicos de Hernández, Feijóo movilizó a todos los pesos pesados del partido en la comunidad. Varios miembros del Gobierno gallego, diputados, alcaldes y los presidentes de las Diputaciones provinciales del PP arroparon al regidor compostelano.

«Hay que movilizar al electorado, que el votante del PP no se quede en casa», explican. Saben que tienen un rival fuerte delante. Más allá del PSOE y del Bloque Nacionalista Galego, en Santiago, un nuevo actor ha entrado en escena. Se trata de Martiño Noriega, alcalde del vecino ayuntamiento de Teo, y coportavoz de Anova, la formación del histórico Xosé Manuel Beiras.

Noriega, con una fuerte presencia en los medios y las redes sociales, se ha presentado como candidato a las primarias de la lista de confluencia denominada Compostela Aberta. Con toda seguridad, será aspirante a la Alcaldía, con una candidatura que tendrá el apoyo de diversas formaciones: Podemos, Izquierda Unida, Espazo Ecosocialista, Equo y Compromiso por Galicia.

Aritmética electoral

Los populares sostienen, no obstante, que la candidatura de Noriega no les restará votos. «Los castigados serán los socialistas y el BNG», argumentan. Pero los suyos, no pueden fallar.

El PSOE compostelano no atraviesa un buen momento. Las encuestas no son favorables a su cabeza de cartel, Paco Reyes, y distintas voces apuntan a que podría caer a última hora. En su última aparición pública trató de ahuyentar los rumores. Aseguró que él es el candidato porque así se decidió en unas primarias y que se siente «respaldado» tanto por la militancia como por el partido.

Pero la aritmética electoral no es materia sencilla. Hay una muy considerable probabilidad de que PSOE y BNG caigan en Santiago, pero el candidato Noriega ya ha advertido: «Las fuerzas políticas de izquierdas debemos adquirir un compromiso en campaña para evitar que el PP gobierne si no obtiene mayoría», lanzó en una entrevista en la Cadena Ser.

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