El PNV, siempre al lado de España

La formación quiere ahora reformar el Estatuto de Guernika, pero sin romper con el Estado, a diferencia del nacionalismo catalán

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Mientras que en Cataluña Carles Puigdemont prometía su cargo sin citar a la Constitución o al Rey, en el País Vasco, el máximo órgano ejecutivo del PNV, el Euskadi Buru Batzar, proponía en una ponencia de 70 páginas la reforma del Estatuto de la comunidad autónoma, eso sí, sin romper con el ordenamiento jurídico del Estado y con una decidida apuesta por la bilateralidad e igualdad en las relaciones entre el Ejecutivo vasco y el Gobierno de la nación.

Fuentes del PNV aseguran que el documento elaborado, que servirá de base para el diálogo con el resto de formaciones vascas, no contiene ningún tipo de «líneas rojas» y aclaran que el objetivo de la reforma no es la búsqueda de la independencia sino una profundización en el autogobierno de Euskadi, excluyendo de esta forma cualquier atisbo de bilateralidad. Un principio básico que rige, desde hace ya algún tiempo, las relaciones entre la formación jeltzale y el Gobierno español, a diferencia de lo que está ocurriendo en Cataluña.

Además, los defensores de esta iniciativa abogan por que se reconozca la identidad nacional del pueblo vasco como un sujeto jurídico y político y con capacidad para decidir su futuro. Un derecho que debería materializarse, aseguran, mediante una reforma constitucional o bien mediante el desarrollo de la disposición adicional primera del texto, en el caso de que en Madrid no exista una mayoría parlamentaria que lo pueda favorecer.

Reacciones a la ponencia de autogobierno

El PNV no ha podido esquivar las críticas, claro, enfrascado ahora en los contactos con el PSOE, que le podrían llevar a facilitar la investidura de Pedro Sánchez.

EH Bildu, el principal partido de la oposición en el Parlamento Vasco de Vitoria, cree que «Madrid jamás va a reconocer a Euskal Herria como nación» y, por tanto, aboga por «crear un camino unilateral para crear un Estado vasco basado en la soberanía plena». 

Por su parte, el Partido Socialista de Euskadi, se muestra partidario de acepar el término «nación» pero con límites, según explicó la secretaria general del PSE, Idoia Mendía.

Además, el PSE cree que en el preámbulo del nuevo texto estatutario debería hacerse referencia «obligada a la violencia política sufrida en plena fase de consolidación y desarrollo de la autonomía».

Huir del plan Ibarretxe

A partir de ahí, apuestan por acordar una «definición más precisa de la comunidad vasca, así como resolver la indefinición que subsiste en cuanto a la capitalidad, sede de las instituciones comunes o al himno y escudo oficiales». Además, quiere «precisar el estatus del euskera» y blindar competencias.

Mientras, el PP vasco considera que no es necesario reformar el Estatuto de Gernika porque, a su juicio, la solución a los problemas de Euskadi están en las otras normas internas de organización de la comunidad, como la Ley de Territorios Históricos (LTH) o la Ley Municipal.

En el debate sobre el encaje del País Vasco en el conjunto de España, el portavoz del PP en el Parlamento, Borja Sémper, pidió «huir como de la peste» de ejemplos nada edificantes» como el Plan Ibarretxe o el proceso catalán.

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