El plan de restauración de la Xunta para el Monte Neme: dos carteles de peligro en año y medio

Salvemos Cabana denuncia que 17 meses después del vertido provocado por la balsa minera la zona continúa desprotegida

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Hace diecisiete meses, la rotura de una balsa minera en el Monte Neme provocó el vertido de 24.000 metros cúbicos de agua y lodos sobre las parroquias coruñesas de Razo da Costa (Carballo) y Aviño (Malpica). Aquel desastre natural originó una batalla legal entre la aseguradora AXA y la Xunta por determinar quién se hacía cargo de los 140.000 euros invertidos para reparar los daños en los terrenos que había explotado la minera Leitosa, que entró en fase de liquidación ya en 2013.

Paralelamente, el plan de rehabilitación que debía llevar a cabo el Gobierno gallego sigue sin hacerse notar en el Monte Neme. Allí se desplazó el colectivo Salvemos Cabana, que concluyó que en los terrenos afectados poco se ha hecho año y medio después del vertido, limitando su actuación a dos carteles de advertencia a la entrada del complejo colocados de manera defectuosa, «sin haber señalizado en ningún caso las zonas de peligro de caída en los taludes, cortados verticalmente en algunos puntos varias decenas de metros y donde existe riesgo de accidente»

Según explica la plataforma, «el perímetro continúa completamente desprotegido y tampoco se ha procedido a la desecación de las balsas mineras lo que, más allá de la instalación de tuberías de drenaje en el lugar del suceso, continúan suponiendo un peligro potencial en caso de un incremento repentino del nivel de precipitación en el caso de condiciones meteorológicas adversas. Asímismo, llama la atención el hecho de que se hayan colocado grandes piedras a modo de barrera, lo que en ningún caso impide el acceso a la zona de taludes».

Nuevos vertidos

Salvemos Cabana ha detectado en su visita el vertido de espumas y aguas contaminadas en la balsa situada al este de la concesión minera. Denuncia que Leitosa «solicitó en 2011 una autorización oficial de vertido al Dominio Público Hidráulico, el documento sometido a información pública hace referencia a «aguas residuales industriales y de escorrentía depuradas», lo que en ningún caso tiene relación con la situación observable sobre el terrero y confirma una vez más el escaso control que la Dirección Xeral de Minas ejerció hasta la fecha del accidente, sucedido durante la madrugada del 10 de febrero del año pasado».

El colectivo presentó en su momento alegaciones al plan de rehabilitación del Monte Neme por considerarlo incompleto. Tampoco coincide con la Xunta en el estado de salud de las zonas del monte afectadas por la explotación, que quedaron al margen del proyecto de restauración al considerar el Gobierno gallego que ya estaban rehabilitadas. Salvemos Cabana indica que presentan «un evidente estado de degradación ambiental». 

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