El matrimonio Iglesias-Montero destierra a Errejón a la Comunidad de Madrid

Podemos reproduce el tándem populista que había coronado al peronismo. Sin el equilibrio que aportaba Errejón, se espera que Iglesias aplique su línea dura en el partido

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Se esperan tardes de gloria en el Congreso de los Diputados. En Podemos, poco a poco, la política se está convirtiendo en un asunto de familia. La pareja, el «matrimonio» formado por Pablo Iglesias e Irene Montero, va a acaparar las actuaciones del partido morado en la Cámara. Sobre todo porque Pablo Iglesias ha estrenado el nuevo mandato que le ha proporcionado su victoria aplastante sobre Iñigo Errejón con unos paseos por las comisiones para intervenir personalmente, sustituyendo al portavoz de Podemos en la comisión correspondiente.

Hay un cierto miedo a hablar que el número uno y la número dos de Podemos son pareja en su vida privada. Pero no es un asunto privado, porque tiene repercusiones políticas. Muchos medios, muchos periodistas, tienen pánico de ser tachados de machistas si ponen negro sobre blanco la realidad de la relación personal que mantienen los dos líderes.

El paralelismo entre Podemos y el peronismo

Hay juegos de palabras, sobrentendidos, para evitar referirse a que en Podemos se ha reproducido un tándem que en la historia ya ensayó Juan Domingo Perón y su mujer, Eva Duarte, Evita.

No es la única coincidencia. El Partido Justicialista o Peronista, era evidentemente populista. Los descamisados a los que aludían los peronistas eran el equivalente a la «gente» que invoca Podemos. Comunión directa de los caudillos con el pueblo, sin instituciones interpuestas.

El poder en el peronismo era absoluto, caudillista; la exacerbación de esa tentación se conjuró en el matrimonio del coronel Perón con Evita. Nadie le discute a Evita las condiciones políticas que tenía.  

Disponía de los recursos del Estado como si fueran propios en una especie de ropero parroquial populista. Luego, en su segundo matrimonio, Perón quiso repetir la historia con Isabelita, pero eso fue un desastre que trajo a Argentina la dictadura militar.

La tentación de la fórmula marido y mujer no ha dejado de existir en Argentina. El último ejemplo fue el del matrimonio Kirchner que se sucedieron en la presidencia para evitar la limitación temporal de mandatos hasta que Néstor falleció y no pudo eternizarse la fórmula.

El enroque de Errejón por Montero

Nadie le discute a Irene Montero condiciones políticas. No se le discute el apoyo que ha tenido en el congreso de Vistalegre. Pero eso no justifica ocultar o disimular la condición de compañera de Pablo Iglesias que está siendo determinante en su carrera política.

La derrota de Iñigo Errejón, inteligente político y hábil parlamentario, ha posibilitado que haya sido cesado como portavoz parlamentario para hacerle un hueco a Irene Montero, que es ya la portavoz parlamentaria más joven de la democracia española.

El primer intento de hacer desaparecer de la cabecera de Podemos a Iñigo Errejón fue la oferta que le hizo Pablo Iglesias, justo antes del congreso de Podemos, para ungirlo como candidato a la alcaldía de Madrid en las próximas elecciones. El interesado rechazó el caramelo envenenado. Tanto la actual alcaldesa, Manuela Carmena –cuyas relaciones con Pablo Iglesias son manifiestamente mejorables- como la portavoz del ayuntamiento, Rita Maestre, recordaron a Iglesias que en Podemos hay unos procedimientos y que no se encuentran entre las facultades del secretario general elegir con el dedo a los candidatos a las alcaldías.

Ahora, consumada la derrota de Errejón, éste ha aceptado encabezar la candidatura en las próximas elecciones, a la comunidad de Madrid.

Temor por una purga de errejonistas en las comunidades

Se ha obviado el compromiso estatutario de que se celebren primarias, porque lo urgente era darle salida al hasta ahora número dos de Podemos, para que su presencia en primera fila del parlamento no le haga sombra a la mujer del jefe, que es ahora la número dos de Podemos a todos los efectos.

El poder y la influencia de Iñigo Errejón ha quedado muy disminuido. Solo cuenta con tres puestos en la nueva ejecutiva: él mismo, Pablo Bustinduy y Auxi Honorato, estos últimos en las secretarías de internacional y administraciones públicas.

De momento, la pareja Iglesias Montero no se han atrevido a hacer más sangre. Pero los pesimistas cercanos a Iñigo Errejón están convencidos de que la purga se extenderá a las comunidades autónomas donde el anterior número dos tenía influencia.

Los nuevos modos ya se han hecho ver en el parlamento. Han quedado lejos los días en los que las posibilidades de Iñigo Errejón alentaban una acción política institucional para buscar medidas en el Congreso que de la mano del PSOE y, a veces, de Ciudadanos se pudiera controlar con eficacia la acción del gobierno. Ahora, después de la victoria de Iglesias, Podemos afila sus garras y se prepara para dar prioridad a la agitación en la calle y a la trifulca en el parlamento.

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