El Gobierno oculta los viajes con dinero público con la excusa de la privacidad

Al menos cinco contratos de entes públicos con agencias de viajes exigen secreto absoluto en los billetes, hoteles y alquiler de coches con chófer que se contratan

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El caso del presidente de Extremadura, José Antonio Monago, no es la excepción sino la norma. Los organismos públicos y los entes dependientes del Gobierno exigen a las agencias que contratan para gestionar los viajes de políticos y representantes de organismos públicos un secreto absoluto en los datos de esos desplazamientos.

Las agencias que ganan los concursos para gestionar los viajes de los políticos con dinero público deben comprar billetes de avión, reservar noches de hotel y alquilar de vehículos con conductor bajo una confidencialidad extrema, según los últimos contratos de organismos públicos.

El Congreso de los Diputados sacó a concurso el 2 de julio pasado un concurso para seleccionar a la agencia encargada de estos asuntos en el que exige a la adjudicataria y a sus empleados “guardar secreto” sobre todos los datos. En el concurso de licitación, el Congreso tampoco hizo pública la facturación por este concepto en 2013 y las empresas interesadas tuvieron que pedir la información de manera directa y privada.

Agencias y museos

La Agencia de Protección de Datos también licitó un concurso similar para los servicios de agencia de viajes en marzo de 2010. El contrato otorgaba los servicios de compra de billetes de tren, barco y avión y alquiler de coches con y sin conductor. Como exigencia al ganador también figuraba guardar un secreto total sobre los traslados y los pasajeros que se benefician de los viajes con dinero público.

La discreción también fue exigida por la Oficina Española de Patentes y Marcas cuando lanzó a concurso público la gestión de los viajes de sus integrantes el 23 de febrero de 2011. El Museo del Prado pidió reserva absoluta en el contrato a su agencia lanzado en febrero de 2005.

El 29 de febrero de 2005, el Instituto de la Juventud, dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, también exigió mantener en secreto la información de los datos de los ponentes y formadores del programa Juventud en Acción. El instituto reclamó un control estricto sobre la información de los gastos y los viajes y solicitó también informar a los trabajadores sobre la obligación de mantener la confidencialidad de todas las compras.

Precedentes

El escándalo por los viajes constantes del presidente de Extremadura José Antonio Monago a Canarias para visitar a su pareja sentimental también ha tenido precedentes. El presidente canario, Paulino Rivero, fue criticado por su viaje con dinero público a Uruguay, un paseo que, junto con una visita a Marruecos, costó más de 60.000 euros al erario público.

Otro de los casos más sonados de los últimos años fue el del Síndic de Greuges de Catalunya, el defensor del pueblo catalán, Rafael Ribó, que realizó 50 viajes internacionales en apenas dos años. Ribó justificó hace dos años que algunos de sus viajes eran pagados por los países anfitriones.

El colmo en el abuso de la contratación de las agencias de viaje llegó al Ayuntamiento de Barcelona hace cuatro años cuando los servicios sociales de la ciudad contrataron a agencias de viajes para buscar albergues y hostales a familias sin recursos. El ayuntamiento sólo reconoció la contratación del servicio pero no hizo públicas las cantidades gastadas en la contratación de las agencias.

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