El Fiscal pide 30 años para tres skinhead que salían de «caza» de inmigrantes y homosexuales

Los acusados casi matan a un miembro del grupo que quiso desvincularse de la organización que actuaba en Barcelona

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Carlos Quílez
La Fiscaliza Especial contra el Odio y la Discriminación solicita un total de 30 años de cárcel para los cuatro miembros de un grupo neonazi denominado White Rebels Barcelona a los que acusa de propinar brutales palias a inmigrantes u homosexuales.
Según el escrito de calificación provisional del ministerio público, los cuatro acusados eran miembros activos de este grupo skinhead que, provistos de cadenas, barras de hierro, navajas y puños americanos, se dedicaban a «la búsqueda de objetivos o víctimas seleccionados por su origen, raza, etnia u orientación sexual y en difusión de proclamas de carácter ofensivo, denigrante y vejatorio contra las personas que profesan la religión musulmana, los judíos, inmigrantes y personas afrodescendientes, entre otras minorías, defendiendo a ultranza la supremacía de la «raza aria» sobre las demás y dirigida a crear entre la población sentimientos de hostilidad, animadversión, agresividad y trato desigual injustificado contra dichos colectivos y contra todos aquellos que consideraban como sus enemigos».
Violencia desmedida
El fiscal considera acreditado que los acusados se organizaban, además, para «atacar tiendas de inmigrantes o centros de culto como sinagogas o mezquitas en Barcelona. También otro de sus objetivos era organizar ‘cacerías o noches de caza’ que es la palabra que utilizan los grupos skinheads para denominar a la realización de agresiones contra personas que ellos consideran rivales o enemigos como inmigrantes o personas de ideología contraria como los Sharp o Redskin».
Venganza ante «la traición»
La policía les detuvo en mayo del 2011 cuando apalearon brutalmente a un miembro de grupo que había decidido abandonar la organización. Le acorralaron en un bar situado en la calle Felipe II de Barcelona y con bates de béisbol, cadenas de hierro y puños americanos le dejaron al borde de la muerte. También agredieron a una transeúnte que intentó salir en ayuda de la víctima.
En los registros policiales aparecieron más armas y abundante documentación así como propaganda de apología nazi.
El fiscal le acusa de tentativa de homicidio, provocación al odio, amenazas y asociación ilícita.
El juicio se celebrará la semana que viene.

 

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