El Estado lo vende todo para hacer caja: ahora 27 silos por 19 millones

En 2014 se procedió a su desafección tras descartar su uso público y fueron ofrecidos a los ayuntamientos, pero ninguno mostró interés alguno

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A la hora de hacer caja, el Estado tiene bienes más que de sobra para su puesta en venta. Al margen de edificios en grandes ciudades y un sinfín de terrenos, en los últimos meses otro tipo de inmuebles singulares se han puesto en el mercado. Primero, fueron los faros, convertidos en hoteles en un plan del Ministerio de Fomento. Y, ahora, son los silos. Almacenes de cereales que entraron en desuso tras las sucesivas reformas de la Política Agraria Común (PAC) acometidas entre 1992 y 2003.

La enajenación inicial promovida por el Ministerio de Agricultura, a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), contempla la venta en subasta, al mejor postor, de 27 silos repartidos en Huesca, Teruel, Zaragoza, Burgos, Palencia, Segovia, Soria, Zamora, Badajoz, Cáceres y Madrid.

Primera puja

En la primera puja, a celebrar el próximo 7 de julio, el precio conjunto de licitación se eleva a 19 millones de euros. De quedarse desierto alguno de los lotes se establecen hasta tres subastas más, con un porcentaje de reducción del precio de salida de un 10% de una subasta a otra. Así, en la cuarta subasta, el precio sería un 30% más barato.

Los antiguos almacenes de cereales, pertenecientes a la Red Básica de Almacenamiento Público, tuvieron su principal actividad entre 1950 y 1990. En un principio, su gestión estaba a cargo de los organismos antecesores del FEGA. 

Parcialmente transferidos a las CCAA

A partir de 1995, y con motivo de las trasferencias de competencias agrarias a las Comunidades Autónomas, también se traspasaron medios materiales, entre ellos los silos. En algunos casos se transfirió la titularidad de los silos y en otros sólo su uso, siendo estos últimos los que actualmente conforman la red actual, parte de la que ahora se ofrece.

¿Para qué querría alguien comprarse un silo? «No tenemos la certeza absoluta, pero creemos que si Agricultura los vende es porque ha debido recibir ofertas de inversores interesados en su adquisición para, después, demolerlos y levantar en su lugar un hotel u otro establecimiento», apunta Alejandro Bocanegra, uno de los precursores de ‘Proyecto Silos’. No existe protección alguna, con lo que el comprador puede disponer a su antojo del inmueble, incluida su demolición, en cuanto resulte adjudicatario.

«Hace dos años un grupo de arquitectos y de estudiantes de Arquitectura nos pusimos en contacto con el Ministerio para ofrecernos a recuperar los silos en el marco de una actuación de regeneración del patrimonio industrial, pero no nos hicieron el menor caso», señala Bocanegra.

Desafección en 2014

Agricultura tenía otros planes. Los de la venta de estos singulares edificios de planta rectangular con gran altura y enormes celdas en su interior para elevar el grano. Tras la falta de actividad, los silos fueron desafectados en 2014 al no ser ya necesarios para su uso público. Y se procedió a la depuración jurídica y física de cada inmueble y a su tasación. Posteriormente, se ofreció la posibilidad de adquisición directa de los silos a las administraciones públicas que pudieran estar interesadas, tanto ayuntamientos como diputaciones provinciales. No hubo el menor interés.

El que sí parece que puede haber ahora. Los precios, según las tasaciones efectuadas, varían entre los 172.000 euros que cuesta uno en Palencia y los 2,6 millones de euros que sale uno en Badajoz. El de Navalcarnero, a 30 kilómetros de Madrid, se alza sobre una parcela de 9.900 metros cuadrados y se ofrece por 1,3 millones de euros en esta primera subasta.

Diferencias notables en función de la mayor o menor superficie en la que está enclavado el silo o de si se encuentra o no en suelo ya calificado como urbano, más accesible para su inmediato desarrollo.

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