El dilema de Podemos: cómo apoyar a las ‘mareas’ sin gastar marca

La formación encuentra su encaje en la coruñesa Marea Atlántica, a la que presenta su propia candidatura afín, mientras en otros municipios prohíbe utilizar el nombre del partido en movimientos similares

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Que Podemos no se presenta a las municipales se sabe desde la Asamblea Sí se Puede de septiembre de 2014. Pero su deseo de apoyar a las candidaturas de unidad popular, movimientos como Ourense en común o Compostela Aberta, ha azuzado el debate político. No solo internamente, sino también en el Partido Popular, el PSOE y el BNG, que temen un terremoto en el reparto del poder municipal de las grandes ciudades de Galicia.

La cuestión de fondo es cómo se articulará este apoyo. Por el momento, Podemos ha dado bandazos. Acordó sumarse a la Marea Atlántica en A Coruña y a Lugo Novo tras someter a votación entre sus inscritos la decisión. Pero, mientras en la ciudad hercullina la confluencia avanza a buen ritmo, en ciudades como Santiago es todavía una incógnita cuánto se expondrá Podemos, que este mismo jueves prohibía utilizar su marca «para inscribirse o para hacer un uso interesado y parcial» en las primarias de Compostela Aberta.

La madurez de cada movimiento

Las diferencias se deben, en primer lugar, al funcionamiento interno de Podemos, que sometió a la decisión de sus miembros en cada Círculo. Se decidió que habría apoyo en Lugo y A Coruña, mientras que en Ourense y Vigo no hubo quorum suficiente para fijar el rumbo. La Marea Atlántica es, hasta el momento, la vanguardia en la integración de la formación de Pablo Iglesias con las candidaturas de unidad popular. Podemos incluso ha presentado una lista afín a su formación para competir en las primarias de la Marea, la que conforma Somos Coruña, con varios miembros del Círculo de A Coruña.

El motivo, explican fuentes de Podemos, es que la Marea Atlántica lleva más tiempo cocinándose y su desarrollo es mayor que movimientos similares en otras ciudades. Una vez logrado el apoyo de los inscritos en el Círculo de A Coruña, la forma de articular el apoyo ha sido más sencilla. Los miembros de Podemos tienen permiso para apoyar, difundir y construir el movimiento. Y eso significa que Podemos dedicará «todas sus fuerzas» y toda su maquinaria en redes sociales para respaldar a la Marea Atlántica, sin ambiguedades. Al menos esa es la previsión. La campaña tendrá como objetivo confrontar al PP con su candidatura: en María Pita o gobierna el PP o sube la marea.

La esencia ciudadana

Hay todavía otras dos claves a tener en cuenta. La primera que el cabeza de lista, el profesor de la UDC Xulio Ferreiro, ha generado un notable consenso en A Coruña, mientras en el resto de ciudades el liderazgo está por decidir.

Y en segundo término, que la fuerza de Marea Atlántica permite diluir la marca Podemos. Es decir, que su apoyo no salte al primer plano. De hecho, la lista afín a Podemos está integrada por un a mayoría de personas no inscritas a la formación para respetar la esencia de «candidatura ciudadana» del movimiento.

El apoyo ‘tibio’

Pero estas condicones no son comunes en todas la ciudades. En Santiago, el Círculo ha decidio no presentar candidatura a las primarias de Compostela Aberta, un grupo en el que confluyen también Anova y Esquerda Unida, lo que implica que los miembros de Podemos no podrán optar a la elección si no renuncian previamente a sus puestos en el partido. Si deciden esto último, tampoco podrán utilizar el nombre de Podemos.

El apoyo de la formación y la intensidad se irá modulando en función de la evolución de la evolución de la propia Compostela Aberta, a la que piden que tome forme como un verdadero movimiento de unidad popular. En Ourense están en una situación similar. Esta semana manifestarán su posición respecto a Ourense en Común.

La importancia de Podemos

Aunque no compita con su marca, en los partidos gallegos consideran clave la confluencia de Podemos para dar fuerza a las candidaturas de unidad popular. Los más preocupados son el Partido Popular, que teme que en algunas ciudades este tipo de movimiento se sitúe como segunda fuerza política y de lugar a un escenario difícilmente gobernable. Y también el BNG, que ha dado muestras de enorme rechazo, por ejemplo, a la Marea Atlántica.

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