El dedo de Cifuentes engorda la facturación de Cruz Roja

La Comunidad de Madrid negocia a puerta cerrada un nuevo contrato de 1,2 millones que adjudicará a dedo

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La Comunidad de Madrid negocia un nuevo contrato a dedo con la Cruz Roja que engordará la facturación procedente de la administración regional. La Cruz Roja gestionará la atención de las emergencias sociales en la Comunidad de Madrid a través de un contrato con importe de 1,2 millones de euros anuales que negocian Cruz Roja y el gobierno de Cristina Cifuentes.  

La entidad sin ánimo de lucro ha logrado arrebatar el contrato de las emergencias sociales a la empresa Grupo 5, cuyo contrato se vence el próximo 31 de enero. El gobierno de Cristina Cifuentes ha optado por la adjudicación directa en lugar del concurso público, tal como había hecho con el contrato anterior.  

Las emergencias sociales atienden los casos de violencia de género y todas las denuncias que se producen a través de ese número. También gestionan la atención a sintecho e indigentes a través de los albergues sociales.    

La empresa que había ganado un concurso público, Grupo 5, cederá los servicios a la Cruz Roja a partir del 10 de febrero. Un total de 11 trabajadores serán transferidos al personal de Cruz Roja y otros 5 permanecerán en la compañía y serán recolocados en otros proyectos, según ha explicado la empresa.  

La Comunidad de Madrid asegura que el nuevo contrato a dedo es perfectamente legal. La Cruz Roja explicó a este diario que asumirá parte del coste del servicio en un acuerdo que todavía negocia con el gobierno regional.  

Contratos polémicos  

Comunidad de Madrid  la gestión de la donación de sangre, una tarea por la que ingresa 67 euros por bolsa y también gestiona las pruebas del VIH. La medida causó gran revuelo y movilizaciones de grupos afines a la Marea Blanca en los tiempos en los que los gobiernos de Esperanza Aguirre e Ignacio González privatizaron la gestión de parte de los hospitales madrileños.  

La recogida de las donaciones de sangre había sido una tarea que llevaban a cabo los equipos médicos dependientes de la Comunidad de Madrid hasta que la gestión fue privatizada y cedida a la Cruz Roja.  
El convenio para la recogida de sangre entró en vigor en 2014, pero por debajo de los objetivos firmados. Ese año, el organismo tenía que entregar 74.000 unidades que entregaron apenas 52.463, según explicó a este diario la Asociación de Empleados del Centro de Transfusión de Sangre de Madrid, Adecetma.  

Durante 2015, Cruz Roja debía entregar 140.000 unidades pero apenas alcanzó las 116.244, según explican los trabajadores del centro de transfusión. Las cifras mejoraron el año pasado, pero tampoco cumplieron los objetivos: recogieron 114.755 bolsas, cuando la meta fijada era de 120.000 unidades.  
Cruz Roja ha reconocido que la oposición de los empleados públicos y la campaña contraria a estos convenios ha golpeado la buena imagen de la institución que asegura que no tiene ánimo de lucro y sólo cubre costes operativos con estos contratos.

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