El Brincadeira deja 300.000 euros de deuda a los municipios que lo acogieron

Cambre, que perdió cerca de 100.000 euros, apuesta por convertir el festival en un referente de la localidad

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El Brincadeira se ha convertido en un festival de referencia en la programación musical gallega, solo comparable al Derrame Rock de Ourense en inversión, duración y número de bandas que participan. Sin embargo, los dos últimos municipios que lo han acogido acumularon pérdidas por un valor cercano a los 300.000 euros en su apoyo a la organización. En esta situación, el Brincadeira se ha convertido en el evento musical que todos quieren, pero pocos se atreven a asumir el gasto que conlleva.

En la última edición, en Cambre, el Ayuntamiento invirtió 240.000 euros de los que espera recuperar alrededor de 140.000. En las primeras estimaciones, contemplan 17.000 euros de pérdidas por horas extra de personal del ayuntamiento –policía local, protección civil…–, más otros 70.000 al no cumplirse las previsiones de ingreso por taquilla y consumo en las barras.

En Ordes, sede de los organizadores del festival –Iceberg Audiovisual–, sucedió algo parecido en la edición de 2011. El Ayuntamiento no cifró con exactitud las pérdidas, pero estiman que están alrededor de los 200.000 euros en conceptos como publicidad, gasto de personal o arreglo de fincas. La taquilla tampoco logró cubrir la inversión. El plan económico del consistorio, azotado por la crisis en las cuentas públicas, no pudo asumir un año más el gasto del Brincadeira, lo que conllevó su traslado a Cambre.

Apuesta por la continuidad

A pesar de las pérdidas, el festival sigue siendo una pieza cotizada para sus dos últimos albergadores. En Ordes, aseguran que la ruptura con el Brincadeira fue por un “problema de gasto” que el “Ayuntamiento no pudo asumir”. Del mismo modo, el edil de cultura de Cambre, Santiago Ríos (PP), ha defendido la permanencia del festival en la localidad y ha calificado de éxito la última edición. “El nombre de nuestro Concello ha llegado más allá de las fronteras del Estado”, dijo.

Abrió así todo un debate sobre la conveniencia de la inversión en un municipio del tamaño de Cambre y en época de vacas flacas. Precisamente, la oposición en el Consistorio le recrimina que ese dinero no se invierta en servicios públicos más necesarios para los ciudadanos, a la vez que defienden el modelo del Rock in Cambre, que este año, a diferencia de en sus últimas ediciones, se organizó de manera conjunta con el Brincadeira.

“Creemos que Cambre no tiene la infraestructura suficiente para acoger este volumen de eventos, es una inversión demasiado elevada para un municipio pequeño”, explica Luis Taibo, de Esquerda Unida.

“Nuestra intención es seguir en Cambre”

Por su parte, la dirección del festival no ha querido entrar en el debate económico, al que contrapusieron el valor cultural del evento. “Es muy positivo tener un evento de 4 días de esta magnitud, de los más importantes a nivel de asistencia en Galicia, lo que contribuye favorablemente a la difusión de la localidad y a los ingresos para la hostelería y el comercio. Consideramos un éxito el festival organizado en Cambre y nuestra intención es seguir allí el año que viene”, aclaran en Iceberg Audiovisual.

A pesar de ello, reconocen que la subida del IVA y la pérdida de ingresos por patrocinio hace cada vez más complicada la viabilidad económica del festival. “Sin una aportación del Ayuntamiento para nosotros es muy difícil salir adelante. En un año, incluso el consumo en las barras del festival ha descendido abruptamente. Pero hemos invertido mucho esfuerzo en crear una marca y no tiraremos la toalla”, concluyen.

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