El BNG, fuera del Congreso por primera vez en 20 años

En Marea aniquila a Nós y deja al partido nacionalista debilitado de cara a las próximas autonómicas

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La marea se llevó al BNG. La candidatura formada por Anova, una escisión del Bloque, Esquerda Unida y Podemos, entre otras fuerzas, ha obtenido un resultado histórico y ha dejado en la cuneta al también histórico partido nacionalista, que por primera vez en dos décadas no tendrá representación en el Congreso de los Diputados.

Nós, la candidatura en la que confluyeron Compromiso por Galicia y BNG como fuerzas más representativas, logra un número significativo de votos, más del 4%, pero el Bloque había obtenido en solitario en 2011 más del 11%. Los nuevos partidos que han copado el lado izquierdo del tablero se han llevado la mitad de sus votantes. Hace 15 años, en el 2000, el BNG tenía tres diputados, después de obtener dos por primera vez en 1996.

En la encrucijada para las autonómicas

El fracaso en la conformación de una candidatura gallega única, que integrase a las dos que se presentaron a las elecciones del 20D, condenó a la formación nacionalista. El grupo gallego en el Congreso será, estará en Madrid, pero vinculado a Podemos y sin el BNG. 

El debate para 2016 es claro. La conformación de En Marea tuvo como horizonte las próximas elecciones autonómicas, que Feijóo debe convocar el próximo año. La previsión es que se reedite la alianza de fuerzas y Anova, Esquerda Unida y Podemos Galicia vayan de la mano, con serias opciones de arrebatarle el sillón al actual presidente de la Xunta, si decidiera presentarse. La elecciones generales muestran una mayoría de izquierdas formada por En Marea y PSOE, incluso sumando a los populares los votos de Ciudadanos.

Si el BNG, tras el fracaso de la convergencia con Podemos y Esquerda Unida, concurre en solitario, asumirá el riesgo de convertirse en una fuerza residual. 

En líneas generales, no han sido unos buenos comicios para el nacionalismo. En Comú Podem ha sido la fuerza más votada en Cataluña, Bildu ha perdido cinco escaños y Democracia i Llibertat, la anterior CiU, tiene ocho diputados menos. Esquerra Republicana ha sido la única excepción, logrando triplicar su representación.

En fuera de juego

Pero las generales son una cosa, y las autonómicas otra. A eso aludía Nós al señalar que las elecciones se habían polarizado entre cuatro partidos, lo que ha favorecido la subida de la marea y ha dificultado el papel de Nós, que obtuvo su mejor resultado en la provincia de Pontevedra, feudo de Miguel Anxo Fernández Lores. En ninguna de las cuatro circunscripciones, la candidatura del BNG alcanzó el 5% de los votos.

Así que no hubo excusas. Noa Presas, candidata por Ourense, reconoció con los resultados fueron «malos sin paliativos»; Carme Adán, candidata por Pontevedra, habló de un momento «duro» y Carlos Callón y Olalla Rodil coincidieron en la dificultad de entrar en la batalla a cuatro que dibujaron «los medios de comunicación». «David no siempre vence a Goliat y David no pudo vencer a cuatro Goliats», zanjó Callón.

Más pena que gloria para Ciudadanos

En Marea hizo más daño a PSOE y BNG que Ciudadanos al Partido Popular. A pesar de acabar herido, Feijóo resistió mejor que Rajoy. Y a pesar de obtener representación, un diputado por A Coruña, el partido naranja se fue a la cama con sabor agridulce. Las encuestas internas elevaron sus aspiraciones hasta los cuatro diputados por Galicia, pero se quedó en uno, una meta que nunca alcanzó, por ejemplo, UPyD. Rivera no vino a Galicia, donde estuvo Inés Arrimadas, mientras que los candidatos gallegos mantenían un escrupuloso silencio para mantener las directrices del partido.

Los mejores resultados fueron donde se esperaban, en A Coruña. En el resto de circunscripciones, la formación de Albert Rivera se queda sin representación por Galicia.

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