Deudas e improvisaciones para cerrar, de momento, la TDT en España

Secuoya, propietaria del canal Ten, figuraba como morosa de Hacienda con 2,3 millones en el listado publicado el pasado 23 de diciembre

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Casi dos décadas después de que el Gobierno presidido por José María Aznar abriera el melón de las concesiones de televisión digital en España, otro ejecutivo del PP, el de Mariano Rajoy, y bajo la batuta de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, lo acaba de cerrar con el inicio de la emisión de los seis nuevos canales adjudicados hace un año.

Nuevas adjudicaciones sobrevenidas tras la sentencia del Tribunal Supremo del 6 de mayo de 2014, que obligó a cerrar nueve canales que, sin mediar concurso público, el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero había otorgado en 2010 a cadenas que ya contaban con licencia. Ingest 2002 recurrió y, tras un sinfín de recursos, el alto tribunal acabó dando la razón al grupo vasco.

Improvisaciones para contentar a todos

Ahora, la nueva remesa de adjudicaciones no ha estado exenta de improvisaciones y de idas y venidas en tramitaciones administrativas que, sobre la marcha, han ido cambiando para, en el fondo, tratar de contentar a todos.

Un encaje de bolillos en el que el Ministerio de Industria –bajo las órdenes del ahora defenestrado José Manuel Soria– ha tenido que acomodarse a la supervisión que, desde Moncloa, ha llevado a cabo la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

Secuoya, inicialmente morosa

La misma que la pasada semana posaba risueña junto a Raúl Berdonés, el presidente del grupo Secuoya y de Ten –uno de los seis nuevos canales–, en la fiesta de altos vuelos organizada en la Real Fábrica de Tapices de Madrid.

Un grupo, el presidido por el granadino de 37 años, que, cuando resultó adjudicatario de la licencia en octubre de 2015, figuraba como moroso de Hacienda con una deuda de 2,29 millones, según el listado publicado el pasado 23 de diciembre.  

Se trataba de un mero desfase, ya que la lista se cerraba el 31 de julio del pasado año, tres días antes de que la Agencia Tributaria concediera a Secuoya un fraccionamiento de pago, ya hoy cubierto.

Moncloa cambió las condiciones de la subasta

Esta última actualización de canales de TDT venía obligada, además de por la sentencia del Supremo, por el nuevo Plan de Ordenación de la TDT que el Gobierno había aprobado en septiembre de 2014.

En principio, la subasta se planteó para adjudicar cuatro canales en alta definición y uno en modo convencional. Sin embargo, desde Moncloa obligaron a cambiar sobre la marcha para repartir seis permisos de emisión, tres en HD y tres en calidad ‘normal’. 

Y el 16 de octubre, el Consejo de Ministros adjudicaba los tres canales de alta definición al Real Madrid, Atresmedia y Mediaset (Be Mad) y las tres licencias en calidad estándar a 13 TV (el canal propiedad de la Conferencia Episcopal), Radio Blanca –propiedad del empresario Blas Herrero y gestora de la emisora musical Kiss TV–, y Central Broadcaster Media, controlada por la productora Secuoya, presidida por Raúl Berdonés, que emite a través del nuevo canal Ten.

Duopolio entre Mediaset y Atresmedia

De esta manera, se elevan a 21 los canales privados que emitan en abierto para toda España, con más de la mitad de la oferta repartida entre Mediaset, con la explotación de siete señales, y Atresmedia, que gestiona seis.

Ambos operadores cuentan, además, con la ventaja de que uno los canales de sus respectivos grupos será en alta definición, una tecnología que permite una mayor calidad de imagen y sonido y, por tanto, consume más espacio radioléctrico.

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