Debacle del bipartidismo en Galicia: PP y PSOE pierden 400.000 votos

La irrupción de Podemos, que se suma a AGE, fragmenta el voto de la izquierda

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Los datos, todavía calientes, de las elecciones europeas en Galicia dejan dos lecturas rápidas. El bipartidismo se hunde. Entre PP y PSOE acapararon en 2009 más del 85% de los votos. Cinco años y una crisis después, este porcentaje se redujo al 47%. Los dos partidos que orbitan más cerca del centro han perdido 400.000 votos por el camino.

La otra lectura es que el bajón de los populares otorga automáticamente una clara mayoría a la izquierda política. Entre los socialistas, AGE, Podemos —la sorpresa de las europeas— y BNG sumaron un 48,5% de los votos, 13 puntos por encima del PP.

Pero aunque los datos son demoledores, extrapolar los resultados al reparto de poder en Galicia en unas elecciones autonómicas es peligroso. Las europeas tienen una baja participación –solo acudió a votar el 45,3 del electorado este año, como se encargó de recordar Núñez Feijóo para justificar el bajón en los resultados de su partido–, despiertan un interés bajo en la ciudadanía y tienen sus propias claves.

¿Quién ganó?

Así las cosas, todos los partidos encontraron consuelo. El PP (35,1% de los votos) porque fue el partido más votado en Galicia y en las siete grandes ciudades gallegas, el PSOE (21,7%) porque acortó sensiblemente las distancias con los populares; AGE (10,5%) porque consolidó su posición como tercera fuerza política; y el BNG (7,9%) porque logró el objetivo de tener representación en Europa, en un viaje que hará de la mano con Bildu.

Pero lo cierto es que dos nuevas formaciones han causado un terremoto en el reparto de fuerzas. A la ya conocida irrupción de AGE se sumó la sorpresa de Podemos, que logró el apoyo del 8,34% del electorado gallego, incrustándose como cuarta fuerza política y adelantando al BNG por la izquierda.

¿Quién perdió?

En todo caso, la situación parece nueva. Hacía mucho tiempo que el PP no mostraba tantos síntomas de flaqueza, con retrocesos en las siete principales ciudades gallegas y ganando por un apretado margen en el Estado.

Para el PSOE el escenario también es nuevo porque el voto de la izquierda está fragmentado. Se ha roto el equilibrio que mantenían en ese costado con BNG debido a la aparición de AGE y Podemos, que se nutren tanto de las abstenciones (los que no votaban y ahora sí) como de los desencantados de ambos partidos.

Y por este motivo también cotiza a la baja el BNG, que se convierte en la quinta fuerza política de Galicia en estas europeas. Galicia se desmarca del resto de nacionalidades históricas, Catalunya y País Vasco, donde hubo supremacía nacionalista.

UPyD y Vox, que podrían arañar votos a los populares, pasaron de puntillas por las europeas.

Información elaborada con el 99,7% del voto escrutado

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