¿Cuánto cuesta la Valedora do Pobo?

La institución tiene un presupuesto próximo a los dos millones y destina 1,5 millones a las nóminas de 20 trabajadores y dos altos cargos

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Tiempos convulsos para una institución clave en la defensa de los ciudadanos ante las administraciones. La Valedora do Pobo, Milagros Otero, ha puesto su cargo a disposición del Parlamento después de casi cuatro años vehiculizando las quejas y peticiones de información de los ciudadanos. Dos sentencias, las del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia y del Tribunal Supremo, evidencian irregularidades en un proceso de contratación que acabó con la sobrina de Manuel Fraga y hermana del portavoz del PP, Pedro Puy, con un puesto en la institución.

Todo apunta a que, más pronto que tarde, el enchufe a María Puy Fraga forzará el relevo de Otero, que presentó su renuncia condicionada a que los grupos pacten un sustituto para la institución que protege los derechos fundamentales de la ciudadanía.

Regulado en el Estatuto de Autonomía, el alto comisionado del Parlamento para la defensa de los derechos y libertades tiene un presupuesto previsto para este año de 1,9 millones. Es el más elevado desde 2012, cuando se situaba por encima de los dos millones.

 

Esta cuantía se destina básicamente a pagar nóminas. La institución cuenta con 20 trabajadores y dos altos cargos que se llevarán 1,47 millones en su remuneración. El resto de los 1,9 millones se destinarán a gastos corrientes y un pequeño remanente, 13.000 euros, a inversiones.

Milagros Otero, que descarta marcharse para no descabezar la institución, cobró casi 100.000 euros por sus funciones como Valedora do Pobo, 74.800 por salario, 11.000 euros en gastos de libre disposición y otros 11.000 en gastos de representación. El vicevaledor, Pablo Cameselle, impulsado por el PSOE, 72.780 euros, desglosados en 56.000 de salario, 8.400 de gastos de representación y otros 8.400 por gastos de libre disposición.

Esta estructura se paga básicamente con transferencias de la Xunta, que alcanzan los 1,8 millones. 

 

Aunque falta saber cuándo, ambos serán cesados con la perspectiva de renovar una institución a la que se le exige especial pulcritud en todas las áreas. A pesar de ello, no es la primera vez que la polémica salpica al Valedor do Pobo, pues el predecesor de Otero, Benigno López, dimitió tras proponer que se suspendiera la ley de dependencia hasta que mejorara la situación económica. Aquello fue intolerable para la oposición al PP, que no encontraba la manera de entender que un defensor de los derechos de los ciudadanos abogase por paralizar ayudas para cuadrar las cuentas. La presión hizo ceder a López, que acabó por dimitir.

Desde entonces hubo un periodo de interinidad de tres años, con José Julio Fernández Rodríguez, vicevaledor con Benigno López, asumiendo las funciones del cargo. Milagros Otero dice ahora querer evitar que se repita este vacío en la cúpula, generando un problema al partido que la impulsó, el PP, y a la imagen de la propia institución.

 

 

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