Ciudadanos desquicia al PP en las negociaciones por el ‘sí’ a Rajoy

El partido de Albert Rivera se niega a iniciar una negociación para cambiar su posición desde la abstención y lo deja todo en manos de los socialistas

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Ciudadanos desquicia al PP en las negociaciones por el ‘sí’ a Rajoy. No quiere más compromisos que la abstención a la investidura del líder del PP, que se considera «técnica», y que se ofrece «gratis, sin nada a cambio». Con esa decisión, que los dirigentes del partido de Albert Rivera reiteran una y otra vez, Rajoy vuelve a depender exclusivamente del PSOE.

Y esa es la tragedia en estos momentos para la dirección del PP que busca acercar posiciones con Ciudadanos. «Sabemos que los socialistas no se van a mover, han tomado una decisión, y no se puede entender que Ciudadanos no quiera considerar el documento que les hemos entregado», señala una dirigente del PP, que se une a lo que públicamente han ido defendiendo diversos vicesecretarios del partido, como Fernando Martínez-Maíllo.

Acordar con el PSOE, pero con el PP no

El lamento es profundo. En ese documento, además de una conversación privada entre Mariano Rajoy y Albert Rivera, en la que analizaron la necesidad de acordar el techo de gasto y buscar puntos comunes para elaborar los presupuestos de 2017, «existen puntos similares a los que acordó Rivera con Pedro Sánchez», se recuerda.

Pero Ciudadanos no un partido menos equidistante de lo que la dirección del PP pensó. Algunos de sus dirigentes provienen de la órbita de los socialistas catalanes. Tienen una sensibilidad mayor con el PSOE que con el PP. Y ahora lo que prima es «la abstención, por responsabilidad, pero no un sí a Rajoy».

El partido niega, por tanto, que haya comenzado a negociar nada con el PP para poder dar el sí en la investidura de Rajoy. Y pasan la pelota, con toda claridad, al PSOE. «Los socialistas deberían ser también responsables, y permitir que haya gobierno. Después unos y otros podremos negociar y pactar muchas propuestas y medidas necesarias para España», se señala desde la dirección del partido naranja.

Nuevas elecciones

Eso supondría, por tanto, nuevas elecciones. La decisión del rey Felipe de comenzar la ronda de consultas a partir del próximo martes deja en el aire el deseo de Rajoy de ser investido en la primera semana de agosto. Pero no es imposible. «Es el calendario más o menos pensado, aún estamos a tiempo», se insiste desde el PP. Pero todo se centra en convencer, en los próximos días, a Ciudadanos.

El argumento del PP es que Ciudadanos no puede dudar más, porque se deben tomar decisiones de carácter urgente, con la amenaza, además, «de la multa de Bruselas», por el exceso de déficit. Un arma del Gobierno es la negociación de los presupuestos autonómicos, que dependen del techo de gasto del Gobierno central. Sin Ejecutivo, sin esas medidas aprobadas, lo que hagan ahora los gobiernos autonómicos se quedará en nada en pocos meses, con la necesidad de modificar partidas casi de inmediato.

Obsesión con CDC

Pero sin Ciudadanos no habrá Gobierno. Y pese a las reiteradas presiones del PP, y a los documentos que aseguran que se han enviado ya a los dirigentes del partido de Albert Rivera, el partido naranja no se mueve. Muestra, asimismo, su «preocupación» por la supuesta relación del PP con Convergència, que tendrá, finalmente, grupo propio en el Congreso, pese a la oposición de los dos representantes de Ciudadanos en la Mesa del Congreso.

El PP sabe que no le queda más remedio que «limar» esa oposición de Ciudadanos, porque no cuenta ya con el PSOE. Pero Ciudadanos seguirá insistiendo en que es el momento de Pedro Sánchez. «No se entiende que Sánchez quiera ser oposición de Podemos, cuando tendría ahora una oportunidad para lograr acuerdos y también ejercer de oposición», insiste un dirigente de Ciudadanos.

Pero para que eso ocurra, «debe haber un gobierno». Y, por ahora, no se vislumbra. 

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