Catalá advierte a Mas de que «no hay nada por encima de la Constitución»

El ministro de Justicia, con buenas formas, hablando en catalán, insiste en que las reglas "son las que son" y que la soberanía española se debe respetar

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Al Gobierno español del PP le ocurre una cosa: no se aleja de tópicos y frases hechas. Y con eso ha ido alargando el problema, con la idea de que, en realidad, lo resolvía.

Uno de los ministros más aperturistas del Gabinete de Mariano Rajoy, el titular de Justicia, Rafael Catalá, no se ha movido de esa frontera. Lo ha hecho en territorio amigo, en el Círculo Ecuestre. Con buenas maneras, hablando una gran parte de su tiempo en catalán –uno de sus abuelos era catalán– el ministro ha advertido al President Artur Mas de que «no hay nada por encima de la Constitución», y que «las reglas son las que son», por lo que la soberanía española no se puede tocar, con el objeto de respetar «la igualdad de todos los españoles».

Sin cambios hasta las elecciones del 27S

Catalá, sin embargo, no ha querido en ningún momento mencionar la querella contra el propio Mas, la vicepresidenta Joana Ortega, y la consellera Irene Rigau, por la consulta soberanista del 9N. Se trata de una batalla jurídica que ya seguirá su propio camino. Catalá no la quiere azuzar, simplemente se limita a cumplir el guión. Él fue quien tuvo que salir en el telediario de TVE para valorar que se hubiera celebrado la consulta del 9N, pese a estar recurrida por el Constitucional. 

El Gobierno del PP no tiene ninguna intención de buscar alguna salida al problema catalán, que sigue vivo y que se dirimirá en las elecciones del 27 de septiembre, que, pese a las dudas de algunos dirigentes de Convergència, se acabarán celebrando con el objetivo de que se conviertan –para el bloque soberanista– en un plebiscito sobre la independencia.

La utilización de Vicens Vives

«Nadie puede pedir al otro que resuelva un conflicto al margen de las reglas», ha reiterado Catalá, echando mano de una de las salidas más tópicas del conservadurismo no nacionalista catalán: la figura del historiador Vicens Vives, autor de un libro de referencia, entre otros muchos: Notícia de Catalunya.

Según Catalá «Cataluña es mucho más que cualquier pretensión política, ha sido y es una marca de pluralidad, un lugar de encuentro, de impulso y de apertura», siguiendo la marca de Vicens Vives, que transmitió la idea de que Cataluña, siempre que lo pudo conseguir, acabó renunciando a crear un estado propio.

La economía, la economía, la economía

Sin embargo, Catalá tenía otro propósito en su visita a Barcelona. La orden del jefe, el Presidente Rajoy, es la de predicar la recuperación económica. Y Catalá se ha aplicado a ello, junto con Alicia Sánchez Camacho. Ha asegurado que «los nuevos contratos son de calidad, y no es verdad que el descenso del paro sea a consecuencia de la creación de puestos precarios».

El mantra lo ha repetido en varias ocasiones: «Rajoy tuvo la osadía de aguantar la presión y evitar el rescate» por parte de las instituciones europeas.

Esa será la tónica, a partir de ahora, de todos los ministros, que han escogido, cuando se presentan en Barcelona, pasar por el Círculo Ecuestre. Se trata de la sociedad civil. De una parte de esa sociedad civil.

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