Bruselas quiere ahora crear una lista negra única de paraísos fiscales

Al calor del escándalo de los papeles de Panamá, el comisario Moscovici pone un plazo de seis meses para unificar los criterios entre los Estados miembros

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Los papeles de Panamá como oportunidad para poner coto a la evasión fiscal. Este es el argumento que trata de vender la Unión Europea tras la revelación de cientos de nombres vinculados a sociedades en centros offshore. En boca del comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovici, Bruselas se pone un plazo de «seis meses» para elaborar una lista única de países especialmente laxos en políticas fiscales.

«Antes de los papeles de Panamá era importante avanzar hacia ello, después, o durante, porque esto todavía no ha terminado, es absolutamente esencial», ha asegurado Moscovici en una entrevista con varios medios europeos.

Criterios diferentes

A día de hoy, cada Gobierno establece unos criterios propios para definir qué países son considerados paraísos fiscales. Por ejemplo, para España la república centroamericana sede del buffete Monsack Fonseca no está dentro de esta lista. Algo que sí ocurre en Portugal, Grecia, Francia y otros seis estados europeos.

Una lista única

En junio de 2015 la Comisión Europea lanzó una especie de lista negra que se limitaba a incluir todos los países que alguno de los 28 consideraba como «jurisdicción no cooperativa en asuntos fiscales». La intención, que se podría quedar simplemente en eso, pasa ahora por unificar criterios, a partir de los que crear un listado común.

Moscovici alerta sobre el riesgo de no hacer nada ante unas filtraciones que afectan a personajes públicos de todos los ámbitos, desde la política al deporte, pasando por grandes nombres del mundo de la empresa.

El riesgo de no actuar

«El riesgo, si no actuamos, es que la recepción de la opinión pública sea ‘están todos podridos’. Los políticos, los inversores, los países, los Gobiernos… Eso supone un gran riesgo, aunque no sea verdad», afirma el político francés, que se declara «indignado» y «furioso» por las informaciones reveladas hasta ahora.

«No sabemos todavía cuánto de todo esto es ilegal, pero la mayor parte es cierto, y es inmoral, antiético y simplemente inaceptable», asegura.

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