Audrey Hepburn, de icono de la moda a gancho publicitario 25 años después

Se cumplen 25 años del fallecimiento de Audrey Hepburn, pero su imagen sigue siendo un reclamo para todo tipo de productos

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El 20 de enero de 1993, Hollywood perdió a una de sus mayores leyendas. Audrey Hepburn falleció víctima del cáncer de colon a los 63 años y con ella se fue gran parte de la época dorada del cine americano.

Ganadora de un óscar a la mejor actriz por Vacaciones en Roma, Hepburn no sólo fue una gran intérprete. Se convirtió en una referencia de estilo cuyos looks marcaban tendencia. Su vestido negro y su particular peinado en Desayuno con diamantes conforman una de las momentos más icónicos de la historia cinematográfica, y todo un negocio a día de hoy.

Su imagen se reproduce en tazas, cuadernos, carcasas para móviles o sets de perfumes. Proliferan sus biografías e incluso se le dedican cuentos infantiles. Controlar los derechos sobre su figura, no obstante, no es una tarea tan sencilla.

La actriz se destacó durante su vida por no ceder a las propuestas de muchas marcas y mantenerse fiel a su diseñador favorito, Hubert de Givenchy. No quiso explotar su marca sobremanera y centró su trabajo fuera de cámara en impulsar proyectos solidarios. Por esta razón sus hijos crearon la Fundación para la Infancia Audrey Hepburn, con quien ahora mantienen una batalla legal por la explotación de su imagen.

El testamento y la subasta

Después de abandonar la dirección de la entidad, Sean Ferrer y Lucca Dotti decidieron que ninguna tercera parte asociada podría usar los derechos de propiedad intelectual sobre su madre sin su consentimiento.

Por este motivo, interpusieron una denuncia contra  la fundación que ellos mismos crearon para limitar su capacidad de gestión sobre la imagen de Audrey Hepburn, y se vieron obligados a hacer público el testamento de la actriz.

Pese a que la demanda de Ferrer y Dotti trata de “limitar actividades de la fundación que consideran contrarias a las intenciones caritativas  de su madre”, los hijos de Hepburn también han sido objeto de crítica por querer lucrarse a costa de su madre.

Y es que pasado mes de septiembre sacaron a subasta un lote de unos 500 objetos pertenecientes a Audrey Hepburn de los que obtuvieron más de 5 millones de euros. El guion personal de la artista para Desayuno con Diamantes se vendió por 700.000 euros, mientras que piezas de su guardarropa como una tiara que llevó en el estreno de Historia de una monja recaudó 50.000 euros.

La resurrección digital

El debate sobre los derechos de explotación sobre artistas ya fallecidos se ha encendido en los últimos años, sobre todo a causa de la puesta en escena de la digitalización.

El rapero 2 Pac fue proyectado como un holograma en el festival de música Coachella, mientras que la franquicia Fast and Furious pudo despedir a Paul Walker gracias a la reproducción de su rostro a partir de escenas grabadas por sus hermanos. Audrey Hepburn no ha escapado al fenómeno y fue “revivida” en pantalla para anunciar las chocolatinas Galaxy.

Para evitar situaciones así, el humorista Robin Williams dejó por escrito que su imagen no podría usarse al menos hasta 25 años después de su muerte. De otra manera, hubiera sido muy difícil para los productores de Jumanji 2 resistir la tentación.

Las nuevas tecnologías avanzan pero las estrellas del pasado mantienen su atractivo con la misma fuerza que atesoraban durante su cima de popularidad. Audrey Hepburn no se veía a sí misma como un icono, pero el tiempo la han convertido en una inspiración, una leyenda y un éxito de ventas. 

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