Ana Botella amenaza con dar un vuelco a la operación estrella de San José en Madrid

El ayuntamiento recurre la anulación de la 'Operación Chamartín' advirtiendo que si pierde en los tribunales “habrá que replantearse todo”

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Tras más de dos décadas atascado, el proyecto estrella de la constructora gallega San José en España, la Operación Chamartín, llega a un momento decisivo. El desarrollo urbanístico en el centro de Madrid, que fue presentado por el Gobierno del actual ministro de Justicia, Ruiz Gallardón, como el más grande de Europa, tropezó una y otra vez con los tribunales. En junio de 2013, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) tiró por tierra el proyecto que lidera la constructora de Jacinto Rey junto a BBVA, el socio mayoritario en la sociedad adjudicataria DUCH.

Los servicios jurídicos del ayuntamiento han presentado un recurso de casación ante el Tribunal Supremo para intentar dar la vuelta a la sentencia, que limitó a dos alturas los edificios de un proyecto que contemplaba la construcción de los mayores rascacielos de España. A pesar de mantener el pulso judicial, en la corporación que dirige Ana Botella ya piensan en un ‘plan b’. La coordinadora general de urbanismo del Ayuntamiento, Beatriz Lobón, reconoció que si estos recursos no se admiten “habrá que replantearse todo”.

Parálisis

Duch, la sociedad que conforman BBVA, con el 72,5% del capital, y San José, con el 27,5%, era la gran beneficiada de una operación que cuenta con la complicidad del Ministerio de Fomento y del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. Comprende el soterramiento de las vías de las estación de tren para liberar espacio y ampliar el Paseo de la Castellana y la línea 10 de metro. En el espacio liberado se levantarían rascacielos, 6.000 viviendas y edificios de oficinas en terrenos de Adif. El último plan, de marzo de de 2011, contemplaba levantar torres de más de 20 pisos.

Los magistrados, sin embargo, han tumbado la altura de las edificaciones, que chocan con las limitaciones establecidas en la Ley de Suelo de la comunidad. Y también han rechazado que los propietarios de los terrenos costeen parte de las obras entre la Castellana y el Barrio de las Tablas a cambio de levantar los pisos, como estipulaba el plan. Casi por sorpresa, Beatriz Lobón anunció que se había recurrido la sentencia en una comisión de urbanismo, en la que reconoció que el proyecto está, ahora mismo, paralizado.

“Las sentencias han paralizado, evidentemente, la gestión y ejecución, como no puede ser de otra manera, puesto que afecta al reparto de costes de infraestructuras previstos en el plan parcial. Por lo tanto, eso ha quedado parado y no se va a plantear ningún cambio mientras no conozcamos si se admite o no se admite el recurso”, respondió a una interpelación de Izquierda Unida.

Momento clave para San José

La Operación Chamartín es la joya de la corona en la cartera de San José en España, que pareció al alcance de la mano cuando el Ayuntamiento madrileño aprobó en 2011 el Plan Parcial de Reforma Interior del Área Prolongación de la Castellana, en teoría el último trámite administrativo antes del inicio de las obras. Sin embargo, los tribunales lo frenaron en seco.

Para mayor desgracia, el grupo de Jacinto Rey no atraviesa su mejor momento. La primera constructora gallega debe encarar una reestructuración global de la compañía a principios de este mismo año para poner solución a la millonaria deuda –ronda los 1.900 millones de euros– contraída con varias entidades financieras, derivada de la compra de la inmobiliaria Parquesol en 2006.

El pool bancario, formado entre otros por Barclays, el Popular, Sabadell y NCG, maneja varias opciones para salvar al grupo de construcción, desde el aplazamiento de los pagos a asumir una quita, pasando por capitalizar deuda y pasar a ser socios de la compañía.

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