Álvarez de Toledo replica a Feijóo: «La moderación no es un proyecto»

Cayetana Álvarez de Toledo, en la línea de Casado, ha rebatido las llamadas a la moderación de Núñez Feijóo. "El desafío no son las formas, sino el fondo".

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El Comité Ejecutivo Nacional del PP parece haber derivado, de forma pública, en un debate sobre si el partido debe o no buscar la moderación que predica el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y que, según él, es lo que lo ha llevado a encadenar el pasado domingo su cuarta mayoría absoluta. Arropado por más barones provinciales, como Juan Manuel Moreno, de Andalucía, el dirigente gallego ha indicado esta jornada ante los medios que el PP debe mostrarse como un partido «templado y moderado», un «partido de Estado», con unos principios que no deben ser cambiados por las «modas». También se refirió a la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, con quien ha mantenido arduos desencuentros, para indicar que es una «figura necesaria«, si bien, a reglón seguido, ha especificado que el partido no puede entrar «en la mediocridad y la descalificación».

A pesar del peso que ha cobrado en estos momentos la figura de Feijóo, fiel a su estillo, Álvarez de Toledo no se ha echado atrás. De hecho, ha defendido que su partido no tiene un desafío con las «formas que utiliza, sino con el fondo», con la necesidad de una alternativa, para lo que ha pedido no confundir la moderación con la sumisión.  Álvarez de Toledo ha admitido que hay «un debate cierto sobre las políticas de moderación o radicalidad» pero ha considerado que a su juicio quienes llaman a la moderación en realidad buscan «acallar» al PP.

«La crítica, parte del debate político»

La portavoz parlamentaria ha dicho que un ejemplo de moderación sería apoyar los presupuestos o un gobierno de concentración, pero, ha señalado, «el gran problema es que esa gran coalición ya se ha hecho» y es «una gran coalición de la izquierda con el nacionalismo más radical».

La política ha incidido en que ella no está de acuerdo con naturalizar el insulto porque «es una cuestión de educación elemental y básica», pero considera que la crítica forma parte del debate democrático, y por ello ha pedido que no se confundan los términos. «La moderación en sí misma no es un proyecto político ni tampoco la radicalidad lo es«, ha defendido.

La portavoz parlamentaria ha alertado de que a su juicio «existe un verdadero riesgo de un cambio de mayoría social en España» que se ve en que se normalicen «un partido político que no condena el asesinato» o en los ataques a la Monarquía o en que haya una nueva generación de electores que -ha lamentado- no sepan quién es Miguel Ángel Blanco.

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