Albert Rivera se planta y pide ahora entrar en un gobierno del PSOE

Ciudadanos cambiar su estrategia ante la posibidad de un acuerdo de los socialistas con Podemos y con la idea de que un ejecutivo de Sánchez sería "demasido débil"

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Cambio de estrategia. Giro brusco. Ciudadanos considera ahora que debería entrar en un Gobierno del PSOE, porque, en caso contrario, «sería demasiado débil». Lo que podría ser un razonamiento lógico, no lo era hace unas semanas cuando el partido de Albert Rivera rechazaba por completo esa posibilidad. ¿Qué ha ocurrido?

El PSOE, Ciudadanos y Podemos se reúnen este jueves con la necesidad de llegar a algún tipo de acuerdo, con el calendario ya al cuello. Si se desea impedir unas nuevas elecciones, el pacto para conseguir la investidura de Pedro Sánchez deberá llegar en los próximos diez días. El 3 de mayo se activará el mecanismo para convocar elecciones para el 26 de junio. Y en ese lapso, antes de la primera semana de mayo, debería convocarse un pleno en el Congreso.

Mayor cohesión con el PSOE

Ciudadanos decidió, desde el primer instante en que comenzaron las negociaciones, que no entraría en un Ejecutivo de Sánchez, y que no votaría a favor de la investidura de un candidato que no fuera el suyo. Ahora las cosas han cambiado.

De hecho, ya lo hicieron cuando Rivera votó a favor de Sánchez en las dos votaciones realizadas hasta ahora en el Congreso, ofreciendo sus 40 diputados al PSOE. Juan Carlos Girauta, el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, lo ha expresado con claridad. «No puedo concretar qué ministerios o carteras querría Ciudadanos, pero un gobierno monocolor del PSOE sería demasiado débil para tirar adelante el acuerdo de reformas, y hace falta el compromiso de los dos firmantes», ha asegurado. «La idea es que ese Gobierno para el que pedimos el apoyo tiene que estar constituido por miembros del PSOE y Ciudadanos», ha añadido Girauta.

En manos de Podemos

Para el PSOE no sería un impedimento. Al contrario. Sánchez reclama ese mayor compromiso de Ciudadanos. Pero tiene un problema: esa cohesión en un Gobierno conjunto complica las cosas a Podemos, que podría abstenerse, pero en función de las políticas que se vayan a realizar. Y el partido que lidera Pablo Iglesias sigue viendo a Ciudadanos como una fuerza política cercana al PP. El caso es que las negociaciones toman ahora otro ritmo. Ciudadanos cambia de rasante, porque en todas las comunidades en las que ha apoyado a gobiernos autonómicos ha decidido quedarse fuera de los ejecutivos. Ocurre con sus pactos con el PP en Madrid; La Rioja; Castilla y León y Murcia; y con el PSOE en Andalucía.

Ahora todo depende de Podemos, y de esa reunión prevista para este jueves.

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