Albert Rivera elige Andalucía para el inicio de la larga carrera electoral

El líder de Ciudadanos prevé un ensayo electoral en Andalucía mientras recupera el papel que dejó vacante tras la salida de Rajoy

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Ciudadanos ha puesto en marcha la estrategia diseñada para ocupar el escenario que había dejado vacío desde el día que Pedro Sánchez ganó la moción de censura a Mariano Rajoy.

Su primer objetivo, anticipar las elecciones en Andalucía, como punto de apoyo para el progreso electoral en las municipales, autonómicas y europeas. Y en caso de que el presidente no logre superar los escollos para sobrevivir en 2019, llegar en las mejores condiciones posibles a las próximas elecciones generales.

Albert Rivera ha dado un paso al frente en un primer acto electoral en Málaga, respaldando al candidato de Ciudadanos en esa comunidad, Juan Marín. La ruptura con el PSOE en Andalucía aboca a un adelanto electoral que también conviene a Susana Díaz

Los argumentos empleados para romper el pacto con el PSOE andaluz son recurrentes: regeneración democrática fallida, proximidad de los juicios de los ERE y la actitud condescendiente de Sánchez con los secesionistas catalanes.

Rivera recuerda su firmeza en el inicio de la carrera electoral

Su actitud de firmeza frente al desafío catalán la escenificó Rivera anteayer en una bronca entrevista en TV3, donde acusó a la cadena catalana en directo de ser un agente del independentismo catalán.

Una respuesta indirecta al ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que ha intentado ridiculizar la retirada de lazos amarillos del presidente de Ciudadanos, comparándola con los «gorrillas» que hacen de aparcacoches espontáneos.

La elección de Andalucía como primer frente electoral tiene otras razones. Por un lado, la división de Podemos y su enfrentamiento con Pablo Iglesias, y la debilidad del candidato del PP, José Manuel Moreno, que es de la órbita de Soraya Sáenz de Santamaría, sin empatía con Pablo Casado.

Y, por otro lado, el desgaste que existe en el electorado andaluz con el PSOE, después de 37 años de gobierno en la Junta. Pero todavía hay otras consideraciones en la hoja de ruta de Rivera.

La polémica de la venta de armas a Arabia Saudí es un tema espinoso

La negativa de la ministra de Defensa, Margarita Robles, a autorizar un contrato de venta de armas a Arabia Saudí, anunciada sin haber consultado con el presidente de Gobierno, ha puesto en peligro un importante contrato para construir cinco fragatas por un importe de 1.800 millones de euros.

La cancelación del contrato adjudicado a la empresa Navantia, pondría en peligro los 6.000 empleos relacionados con la construcción de las fragatas en la zona de San Fernando de Cádiz. Los trabajadores se movilizaron nada más conocer la noticia.

Un tema espinoso. El PSOE y su aliado Podemos están firmemente en contra de la venta de bombas inteligentes que podrían ser utilizadas en la guerra de Yemen.

Pero al mismo tiempo, el contrato de Navantia afecta al empleo de la castigada zona de la bahía de Cádiz, ciudad de la que es alcalde José María, «Kichi» González, unido sentimentalmente con la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez.

Rivera pretende hacer un ensayo electoral en Andalucía

La desautorización efectuada por el presidente de Gobierno a la ministra de Defensa ha sido el prólogo de las conversaciones iniciadas con Arabia Saudí para reconducir la situación. Una vez más el Gobierno ha tenido que rectificar al poco tiempo de anunciar una decisión.

Andalucía, en las consideraciones de Rivera, es un buen escenario para un ensayo electoral. Los demás partidos, por las distintas circunstancias relatadas, se encuentran en un momento delicado para afrontar un reto electoral.

Cuando Sánchez cumple 100 días en La Moncloa, con un horizonte complejo en el Parlamento, con Podemos exigiendo medidas económicas con incrementos fiscales y de gasto, tendrá que hacer frente a la confrontación directa con Ciudadanos decidido a recuperar el espacio perdido en las encuestas.

Además, el contencioso catalán en el horizonte de los juicios por rebelión es una bomba cuya espoleta puede empezar a funcionar en cualquier momento.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp