Stolt Sea Farm gana cinco veces más en Galicia que Pescanova

La filial gallega del grupo noruego Stolt Sea Farm gana mucho más vendiendo mucho menos que Nueva Pescanova, en plena reestructuración

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Un trasatlántico que acaba de salir de las gradas de reparación frente a un crucero que navega con piloto automático. Esa es la gran diferencia entre Nueva Pescanova y Stolt Sea Farm. Identidad gallega frente a noruega, pero ambas compañías con actividad en Galicia y en un sector, el de la acuicultura, que les ha enfrentado durante años. Concretamente, por los precios del rodaballo, un producto de referencia.

La crisis y la disparidad en la gestión han llevado a que actualmente Stolt Sea Farm gane en sus plantas gallegas hasta cinco veces más que Nueva Pescanova en todo el mundo. El grupo noruego tiene seis granjas de rodaballo y lenguado, sobre otras tantas concesiones repartidas entre Merexo (Muxía), Lira (Carnota), Couso y Palmeira (Ribeira), Quilmas y Cabo Vilano (Camariñas), además de la filial Acuidoro, adquirida en 2012. Pues bien, en 2017, la filial española, con sede social en Lira, presentó un beneficio neto de 5,4 millones de euros, muy por encima del alcanzado un año antes, cuando había firmado unas ganancias netas de 3,9 millones.

Stolt Sea Farm, como un tiro

Las ventas del Stolt Sea Farm se fueron el año pasado hasta los 64,3 millones, frente a los 55,8 millones de euros de facturación que había logrado en 2016. De acuerdo con la cuenta de resultados de la filial española del grupo noruego, su beneficio de explotación se situó al cierre de 2017 en 6,2 millones. Su patrimonio y su pasivo superan los 100 millones.

Frente a estos resultados, que confirman que Stolt Sea Farm ha dejado atrás la crisis con solvencia, están los de Nueva Pescanova, todavía en fase de despegue después del caos en el que se vio envuelta la multinacional viguesa, ahora en manos de los bancos. Y es que Nueva Pescanova registró un beneficio neto el año pasado que no llegó al millón de euros. Concretamente, las ganancias netas de Nueva Pescanova se situaron en 718.000 euros. Un año antes, en 2016, las pérdidas de la compañía habían ascendido a 36,7 millones.

Los costes financieros de Pescanova

Esto va de contrastes. Y es que hay una abismal diferencia en cuanto a volumen de negocio entre ambas compañías. Nueva Pescanova firmó unas ventas el año pasado de unos mil millones de euros. ¿Dónde está la clave de lo mucho que separan a Stolt Sea Farm y Pescanova en cuanto a beneficios? Pues en los costes financieros que tiene que asumir el grupo vigués, que forman parte del proceso de reestructuración activado por sus nuevos propietarios, los bancos.

Y es que el resultado operativo de Nueva Pescanova, el derivado de su propia actividad sin imputar costes financieros (el pago de la deuda), se fue al cierre de 2017 hasta los 49,3 millones. De ese beneficio de explotación, la compañía descontó unos gastos financieros de 41 millones y otros nueve millones fueron atribuidos a las diferencias de cambio de moneda, que en parte también restaron.

Conclusión: vendiendo mucho menos, Stolt Sea Farm gana mucho más que Nueva Pescanova. Con la determinante salvedad de un proceso de reestructuración de deuda para el grupo vigués que ahoga sus beneficios ordinarios.

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