La moda y el morbo de vivir en la mansión de un mafioso

Mino Raiola, el agente de Pogba e Ibrahimovic, ha comprado la de Al Capone. En Colombia, grandes fortunas se preparan para las subastas de los bienes de los narcos

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Están buscadísimas. Las mansiones que pertenecieron a célebres mafiosos son el último grito del mercado inmobiliario. El agente de futbolistas Mino Raiola ha invertido parte de la comisión que ha obtenido del Manchester United por los fichajes de Paul Pogba y Zlatan Ibrahimovic en la adquisición de un palacete en Miami. No es una mansión cualquiera, sino la casa en la que vivió Al Capone entre 1928 y 1947. Raiola ha pagado por ella cerca de ocho millones de euros.  

En Colombia, durante muchos años, el gobierno se encontró con dificultades para colocar en el mercado las residencias incautadas a los narcos. Pocos se atrevían a pujar por ellas en las subastas, quizás por temor a posibles represalias. No obstante, la percepción ha cambiado. Las subastas de propiedades de los narcos son una gran oportunidad de negocio en Colombia y, en muchos casos, sus nuevos propietarios presumen de la adquisición.  

Subasta de 99 propiedades de narcotraficantes colombianos  

Esta misma semana, la Sociedad de Activos Especiales (SAE), un organismo del gobierno colombiano encargado de la venta de bienes incautados, anunció una subasta de propiedades que causa expectación en el país. Entre las 99 fincas que aparecen en el catálogo, destacan dos residencias, no sólo por su valor económico, sino también histórico. Se trata de las mansiones de Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano, que fue uno de los capos más poderosos y sanguinarios del cártel de Medellín, sólo superado por Pablo Escobar. El Mexicano fue abatido en un enfrentamiento con la policía en 1989, hace casi treinta años.  

Una de las propiedades es la llamada «casa de Gacha», una construcción de 5.400 metros cuadrados en Bogotá. El precio de salida se sitúa en 48.000 millones de pesos (14,5 millones de euros). La mansión está en ruinas porque, cuando se conoció la muerte del narcotraficante, fue saqueada, incendiada y se excavaron sus cimientos a la búsqueda de tesoros. Se cuenta que tenía los grifos de oro.  

La prensa colombiana señala que la «casa de Gacha» puede ser un gran negocio, pero no para rehabilitarla, sino para construir viviendas de lujo por tratarse de una finca situada en el barrio más caro de la capital. También se subastará otra residencia de El Mexicano en Medellín, con un precio de salida equivalente a 4,2 millones de euros.  

Los hipopótamos de Pablo Escobar campan a sus anchas  

Cuando hace años se subastaron bienes de Pablo Escobar, el gobierno se los quitó de encima a precios de saldo. Su residencia más famosa, la Hacienda Nápoles, en plena campiña antioqueña, sigue en ruinas. Disponía de una gran plaza de toros y de un zoo con animales salvajes. Los hipopótamos africanos (una especie que no se encuentra en América) se escaparon, se multiplicaron y han colonizado los lagos y ríos cercanos.  

Ahora hay un gran interés en Colombia para adquirir propiedades incautadas a narcotraficantes históricos, para convertirlas en residencia habitual o para hacer negocio. La moda todavía no ha llegado a México. En este país norteamericano todavía se teme adquirir en subastas públicas mansiones que habían sido del narco.

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