El incombustible Figueroa planea su último favor al PP de Vigo

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El concejal José Manuel Figueroa, eterno hombre en la sombra en el PP de Vigo, y número 3 de los 7 concejales obtenidos por el partido en las pasadas elecciones locales, está meditando su discreta salida de la Corporación local en fechas próximas. La decisión aúna tanto razones políticas como personales.

Más que con las razones de índole política (aunque hay quien sostiene en el partido que su disgusto fue mayúsculo cuando, en vez de él, fue nombrada candidata a las pasadas elecciones locales la exconselleira de Facenda Elena Muñoz) tiene que ver, si se produce su renuncia, con la reentrada en el Consistorio de la exedil Teresa Egerique, que se ha quedado fuera de la Corporación en las elecciones del 24-M, y que llegó a la política local de la mano de la exalcaldesa Corina Porro, ahora en la presidencia del Consello Económico e Social de Galicia (Cesga).

Figueroa, un auténtico e incombustible veterano de la guerra política local, con casi 30 años en primera línea, lleva asumiendo sucesiva y lealmente actas de concejal tanto en la oposición como en la junta de gobierno desde 1978, cuando entró por primera vez de la mano de Carlos Mantilla, otro histórico del partido, y hoy perito mercantil especializado en procesos concursales (como el del astillero Factorías Vulcano, empresa en la que mucho tiempo atrás trabajó durante años).

Pudo ver Figueroa cómo se presentaban a alcalde el propio Mantilla, Manuel Pérez (el único que ganó y fue regidor por las urnas), Juan Corral y Porro. Después de tanto jefe, el todavía edil podría tener en mente hacer el último favor a su organización política, dejando caer su acta de concejal y dando entrada a Egerique, número 8 de la lista del PP (lo que la dejó fuera del cargo) e hija de un antiguo dirigente provincial, que fue diputado gallego, delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca (donde su gestión fue criticada y aún genera pleitos) y presidente del Cesga.

La renuncia de Figueroa no tiene, por tanto, nada que ver la deblace electoral del PP en la ciudad, donde Abel Caballero (PSdeG-PSOE) ha arrasado, con 17 ediles de los 24 posibles, ni con la falta de tacto del presidente Núñez Feijoo retirándole su confianza a pocos meses de la cita con las urnas. ¿Casualidad? El PP, sin él como líder, ha bajado de los 13 ediles que tenía con Corina Porro a los 7 actuales. De modo que sí tiene que ver más con hacer un último favor a un antiguo dirigente del PP y a su hija, profesora asociada en la Universidad de Vigo.

Para Figueroa, penar 4 años más con un alcalde que se las sabe todas, es tarea ardua. Pero se quedará unos meses hasta que la actual número uno de la formación en Vigo tome las riendas de cómo funcionan los entresijos del Concello de Vigo. Para Elena Muñoz sí que será un tormento soportar el rodillo socialista durante cuatro años. No obstante, siempre reconforta tener unas retribuciones brutas básicas de 56.141 euros en cómputo anual.

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