El 56% de los españoles, sin verdadera banda ancha

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La mejora de los servicios fijos de banda ancha en España (acceso a Internet a altas velocidades vía cable de cobre, coaxial o fibra óptica) es bastante considerable, pero no suficiente para los estándares internacionales, que refieren a este servicio como factor básico para la competitividad de las economías.

En cuanto a velocidad de transferencia de datos, España se encuentra en el puesto número 11 en Europa y en el puesto 20 en el mundo, según Akamai Technologies, empresa que supervisa 666 millones de direcciones IP en 238 países, que equivalen a mil millones de usuarios web.

Los cánones de medición de la calidad de Internet han cambiado. Hace diez años un promedio de 512 Kbps en velocidad de acceso era grandioso. Hace un lustro, una media de 2 Mb era muy confortable para el usuario exigente. Hoy, el estándar se sitúa en un mínimo de 4 Mb para ser considerado el servicio como verdadera banda ancha. El escalón superior se encuentra en 10 Mb o más (Alta Banda Ancha). Advertencia de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT): «Los proveedores de servicios intensivos en datos, tales como Video-on-Demand, recomiendan una velocidad mínima de 2 Mbps».

Estas fronteras han sido asumidas por Estados Unidos, China y la Unión Europea. La UIT, máximo organismo mundial en regulación, está en camino de considerarlo así. En el mundo, la velocidad promedio de acceso a Internet ha llegado a 2.6 Mb, según Akamai (Estado de Internet, primer trimestre 2012).

La velocidad del cambio

En España, la conexión promedio se sitúa en 4,6 Mb, con lo cual encaja con el nuevo cánon, que ha comenzado a aplicar Akamai a partir de este año. Pero al comparar el país con sus vecinos europeos, encontramos que sólo se encuentra por encima de Italia.

¿Quiénes tienen más y quiénes tienen mucho más? El 44% de los usuarios españoles se encuentra en el umbral de los cuatro megas o más, y sólo el 4,2% disfruta de velocidades superiores o iguales a 10 megas. En las franjas inferiores (entre míseros 256 K y menos de 4 Mb) se encontrarían 56% de los usuarios. Esa realidad ha impulsado a las autoridades regulatorias (CMT) a establecer como obligación de servicio universal una velocidad mínima de acceso de 1 Mbps en todo el territorio nacional. Y esa realidad está obligando a operadores como Telefónica y Orange a escalar contra-reloj la implantación de redes de fibra óptica hasta el hogar (FTTH), con lo que se puede prestar acceso de hasta 100 Mb.

Según la UIT, Europa es líder mundial en conectividad de banda ancha, con una penetración de 25% de los servicios fijos. Pero España, con 4,4 de cada diez usuarios con 4 Mb o más, sólo se encuentra por encima de Italia, Grecia y Eslovaquia. Y en Alta Banda Ancha (>10 Mb) sólo supera a Grecia e Italia.

Por ello los operadores aceleran el ritmo de adaptación de sus infraestructuras de redes. Lo mismo pasa con el ritmo de adopción de los usuarios. Para el primer trimestre de 2011, la velocidad media en España era de 3,4 Mb. La mejora para el primer trimestre ha sido de 34,75%. La velocidad pico promedio ha aumentado de año a año en 152% (de 15,7 Mb pasó a 23,9 Mb), que supera en 10 megas la velocidad pico promedio mundial. El número de usuarios que se sumaron a planes de 4 Mb casi se duplicó de año a año (99%).

Vistos los límites de las redes de cobre y de la tecnología de acceso ADSL, los operadores españoles están atacando fuerte el tema de la fibra hasta el hogar (FTTH). Pero a pesar del fuelle inversor y de recursos logísticos que le imprimen a la tarea, los datos de la CMT indican que están más interesados en penetrar Madrid (un millón de usuarios en 2011) y Barcelona (622.000). En el resto del país es muy escasa la fibra.

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