Xunta, oposición y fondos cuestionan al FROB en la subasta de NCG

A la reclamación de objetividad de Feijóo se unen las críticas abiertas, por motivos dispares, de PSdeG-PSOE, BNG y los grupos inversores extranjeros

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No es un frente común. Pero el objetivo es el mismo. El Fondo de Reestructuración Ordenada de la Banca, el organismo encargado de la subasta de Novagalicia, está en la diana de diferentes actores que tienen algo que decir en la venta de la entidad nacionalizada. A la petición formal de “objetividad” realizada por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras varias semanas mostrando una prudencial distancia sobre sus preferencias, se une la petición de “transparencia” en el proceso reclamada por el PSdeG, y la paralización instada desde el BNG de Xavier Vence, que ha pasado de reclamar una banca pública a señalar al plan de Castellano como la mejor opción.

Lo cierto es que ha sido anunciar los pasos a dar para la adjudicación de Novagalicia y arreciar las críticas contra el organismo público. Y es que el FROB vuelve a sorprender, estableciendo dos rondas en la puja para las propuestas que ya están sobre la mesa, y que tendrán que materializarse a través de ofertas vinculantes antes del próximo 13 de diciembre. En ese momento se abre otra etapa. Los técnicos del organismo revelaron la semana pasada que, de no haber un proyecto “que resulte sustancialmente más favorable que el resto”, se abrirá una segunda fase con las tres mejores ofertas, a quienes pedirá que realicen su planteamiento definitivo, “con la posibilidad de mejorar la oferta que hayan presentado”.

¿Adjudicar en vísperas de Nochebuena?

Dos lecturas, según diferentes análisis, merece esta vuelta de tuerca inesperada, por cuanto el ministro del ramo aseguró hace apenas dos semanas que en un mes estaría resuelta la subasta. Es decir, Luis de Guindos planteaba entonces la adjudicación a mediados de diciembre, algo más que improbable ya con el calendario que marca el FROB.

Al margen del cambio de tiempos, si algo queda claro es que el Estado busca tensionar la puja, con el objetivo de arañar cuanto más, mejor, en el supuesto de que no se cruce en el camino una nueva escalada de presiones. Adjudicar NCG en vísperas de Nochebuena, como parece que se deriva de este calendario, no hace sospechar nada bueno. Una hoja de ruta que, en el mejor de los casos, llevaría el proceso hasta enero, habida cuenta de los retrasos en una privatización paradójicamente precipitada. Por eso, la petición de objetividad que hace el propio Núñez Feijóo a los suyos, al Gobierno y al Banco de España, se interpreta como una alarma. Porque la objetividad, en una subasta pública, siempre se supone.

Lo que dice el Banco de España

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, terció este lunes en el proceso de subasta y advirtió que debe ser adjudicada a aquella entidad que, en igualdad de condiciones, permita una mayor recuperación de los fondos invertidos. Durante un almuerzo organizado por la Asociación de Mercados Financieros, Linde ha subrayado que el criterio que ha fijado el Gobierno y que el Banco de España comparte «totalmente» es que el banco debe ser adjudicado a aquella entidad que «en igualdad de condiciones de todo tipo» permita una mayor recuperación de los fondos invertidos en esa entidad.

En este sentido, ha desvelado que no tiene conocimiento de que el Banco de España haya recibido ninguna queja procedente de fondos de inversión en la que afirmen sentirse perjudicados en este proceso. Sin embargo, los fondos internacionales ya habrían dirigido sus quejas a la Unión Europea, por los requisitos específicos y los avales (unos 800 millones) que impone el instituto emisor para que opten a la puja. «Se trata de que todas las entidades que concurran a esa puja estén en igualdad de condiciones y que se resuelva al mejor postor», ha añadido Linde.

El gobernador ha destacado que el criterio básico para proceder a la venta de las entidades nacionalizadas es «recuperar lo más posible el dinero público invertido en esa adquisición». «Me parece lo más entendible», ha concluido. Las entidades interesadas en adquirir el banco gallego son los españoles BBVA, Santander y Caixabank, a los que se uniría el banco venezolano Banesco, y tres fondos de inversión, Guggenheim, WL Ross y J.C. Flowers, que ya no ocultan sus quejas en el proceso, en lo que se interpreta un contraataque frente a la gran banca española. Tampoco se descarta que otro gran grupo empresarial ajeno al sector financiero esté interesado en la subasta, aunque su nombre no ha trascendido.

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