Wall Street sale al rescate y deja en un testimonial 0,36% la caída del Ibex

Sesión sólo para corazones fuertes. Las bolsas europeas han recuperado gran parte de las pérdidas o incluso han subido ligeramente en una jornada de grandes vaivenes

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La sesión ha puesto a prueba los corazones de los inversores. Pocas veces las bolsas se han subido a un carrusel como el que este martes ha conseguido que, por ejemplo, el Ibex haya cambiado en poco más de una hora una ganancia del 2% en la apertura por una caída del 4%, para terminar cerrando casi plano. Por lo tanto, la sesión ha sido de infarto.

Lo que iba para martes negro lo ha frenado Wall Street con una apertura alcista que ha permitido a toda Europa cerrar o con mínimas ganancias o con avances suaves. Pero más allá de las cifras finales, el mercado ha ofrecido síntomas inquietantes.

Los bandazos continuos en las cotizaciones demuestran que la histeria manda en los parquets y que el mercado está en manos de los traders. Poco tienen que hacer en un escenario así los inversores finales, que no van a volver al mercado hasta que los precios se bajen de la montaña rusa.

Como viene ocurriendo desde la semana pasada, los inversores han optado por soltar lastre en bolsa y añadir más liquidez a sus carteras. Máxime en una sesión clave como la del martes en la que Europa ha cerrado sin conocer la decisión de EEUU sobre sus tipos de interés y, sobre todo, del contenido del informe de la Reserva Federal, que podría incluir nuevas medidas de reactivación a la vista de que el motor de la primera economía del mundo se ha gripado.

Una volatilidad histórica

Ha habido momentos de auténtico pánico, hasta el punto de que la bolsa alemana ha llegado a perder un 7% y la inglesa se ha ido hasta el 6%. El Ibex ha rebotado cuando ha caído hasta los 8.100 puntos y, como el resto de índices ha reaccionado inmediatamente a la buena apertura de Wall Street, que ha rescatado a Europa tras reaccionar tras la caída del lunes, la mayor desde 2008. No ha sido mucho, nunca más del 2% coincidiendo con el cierre de la sesión en Europa, pero su efecto ha sido balsámico.

Mientras la bolsa española ha cerrado con su octavo descenso consecutivo y el undécimo en las 12 última sesiones, el mercado de deuda sigue en particular paraíso desde que el BCE decidió el domingo comprar bonos españoles e italianos.

La prima de riesgo ha vuelto a retroceder hasta los 275 puntos básicos y la rentabilidad de los bonos se sitúa en torno al 5,10%. Al contrario que en el mercado de renta variable, no ha habido volatilidad para el bono a 10 años español, muy estable durante toda la jornada.

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