Villarejo se registra como marca antes del juicio a González y BBVA

Solicitan la marca 'Comisario Villarejo' con fines culturales en nombre del ex comisario encarcelado y en plena crisis de BBVA por sus presuntas escuchas

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José Manuel Villajero no parece que quiera dejar pasar ninguna oportunidad y ha visto en su propia imagen una posibilidad de negocio ya sea para un libro o para una serie de Netflix, al más puro estilo de la Casa de Papel. El ex comisario, que se encuentra en prisión, habría solicitado a través de Internet registrar ‘Comisario Villarejo’ como marca el pasado mes de octubre, en medio de la crisis judicial de BBVA por sus presuntas escuchas.

La reclamación de marca se habría llevado a cabo para dos categorías, de acuerdo a la documentación a la que ha tenido acceso Economía Digital. Una relacionada con servicios jurídicos y de seguridad, que están relacionadas con alguna de las actividades conocidas del ex comisario, y otra solicitud para «educación, formación, servicios de entretenimiento, actividades deportivas y culturales», con la que el ex comisario se podría estar cubriendo contra el uso de ‘Comisario Villarejo’ ante la posible explotación de un productora audivisual de su nombre, por ejemplo, en una serie o película.

El proceso de validación se encuentra en tramitación, y, según fuentes consultadas, es durante ese trámite cuando la oficina de patentes y marcas comprueba si, efectivamente, es el interesado el que ha realizado el trámite y no un tercero, que estuviera aprovechando el tirón mediático de Villarejo, que está cada día en los medios desde que se filtraran sus presuntos trabajos ilegales para BBVA.

Durante el proceso de alta por Internet, no se comprueba la identidad del solicitante; por lo que no se puede descartar que alguien haya tratado de conseguir la marca para su propio interés. Fuentes jurídicas, no obstante, dudan de que vayan a concedérsela.

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A la espera de las comprobaciones oportunas, todos los indicios apuntan a que ha sido Villarejo o alguno de sus representantes legales el que ha dado este paso adelante. La solicitud no solo figura con su nombre completo -José Manuel Villarejo- sino que se ha dado de alta en una de las direcciones en las que el ex comisario ha domiciliado alguna de sus empresas. En la calle Mártires 9, de la localidad de Boadilla del Monte, en la comunidad madrileña.

Este paso se ha producido pocos días antes de que se conociera la imputación por parte de la Audiencia Nacional de Francisco González, ex presidente del BBVA, que está previsto que declare este lunes. El banco, sin embargo, ya estaba imputado por la misma razón desde el pasado mes de julio; antes de la solicitud del registro la marca ‘Comisario Villarejo’.

Villarejo y sus presuntos trabajos para bloquear a Sacyr 

La Justicia está investigando la relación mercantil entre Cenyt, empresa del Comisario Villarejo, y BBVA desde 2004. Presuntamente, el grupo bancario habría solicitado los servicios de el ex comisario para conocer los movimientos que estaba realizando Sacyr, entonces presidida por Luis del Rivero, para tratar de tomar el control del banco.

Por el momento, la lista de ejecutivos y ex ejecutivos de BBVA imputados en el caso ya supera la decena, pero la Audiencia sólo habría tomado alguna medida preventiva contra Julio Corrochano, ex jefe de seguridad de BBVA, y que se acogió a su derecho a no declarar. El ex ejecutivo habría quedado en libertad tras depositar una fianza de 300.000 euros.

Antonio Béjar, ex presidente de Castellana Norte, por el contrario, habría colaborado con la Justicia. Su declaración, de acuerdo con diversos medios, habría sido una de las claves de las imputaciones de la semana pasada, que han llegado ya a la parte más alta de la cúpula del banco.

Junto al histórico presidente del banco, también han sido imputados Juan Asúa y Eduardo Arbizu. El primero es actualmente asesor senior del presidente, Carlos Torres. El segundo, responsable del área jurídica, fue cesado del banco el pasado mes de julio; un día antes de la imputación del banco por el juez Castellón.

 

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