Tsipras hinca la rodilla en Bruselas

Merkel y Hollande imponen duros recortes a Grecia a cambio de un rescate de 86.000 millones; los extremistas de Syriza plantean elecciones en otoño

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Los líderes de la zona del euro lograron un acuerdo con Grecia para negociar el tercer plan de rescate que mantenga al país, casi en quiebra, en el ámbito de influencia de la moneda única. La cumbre de emergencia se prolongó durante toda la noche.

Las condiciones impuestas por los acreedores internacionales, liderados por Alemania, meterán desde hoy más presión al primer ministro, Alexis Tsipras. La fractura de su gobierno es inminente y las protestas en Atenas arrecian. El ministro de empleo, Panos Skurletis, ha puesto fecha a los próximos comicios: otoño. «El acuerdo no nos representa», ha clamado.

Si la cumbre hubiese fracasado, el país se habría encontrado al borde del abismo económico, con sus bancos cerrados, flirteando con el colapso, y ante la perspectiva de tener que imprimir una moneda paralela y, con el tiempo, salir de la unión monetaria europea.

Consulte: listado de condiciones

«El acuerdo fue complicado, pero se consiguió. No hay grexit«, dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, después de 17 horas de negociación.

Los socios niegan que Tsipras haya sido humillado por aceptar unas condiciones de amplio alcance e inspiración alemana. Las que se aplicarán son más duras que las que se pusieron sobre la mesa antes del referéndum, según se desprende del documento de entendimiento entre ambas partes.

«En este compromiso, no hay ganadores ni perdedores», dijo Juncker. «No creo que el pueblo griego haya sido humillado, ni que los otros europeos le hayan perdido el respeto. Se trata de un acuerdo típico de Europa».

El propio Tsipras, elegido hace cinco meses para terminar con cinco años de asfixiante austeridad, insistió en que él y su equipo «libraron una dura batalla», pero tuvo que tomar decisiones difíciles.

Así, consiguió un acuerdo condicional para recibir 86.000 millones de euros en tres años, junto con la garantía de que los ministros de Finanzas podrían comenzar en cuestión de horas a debatir una financiación puente hasta que esté listo el rescate, que necesitará aprobaciones parlamentarias.

Esa inyección alcanzaría los 12.000 millones y se giraría este mismo verano.

Documento en descarga: memorando final del acuerdo

La canciller alemana, Angela Merkel, recomendará ahora «con plena confianza» que el Bundestag autorice el comienzo de las negociaciones para conceder el préstamo a Atenas, una vez que el Parlamento griego apruebe el programa entero y promulgue las primeras leyes (antes del miércoles).

Preguntada sobre si las duras condiciones son similares al tratado de Versalles de 1919, que obligó a demoledoras condiciones a una Alemania derrotada tras la Primera Guerra Mundial, Merkel dijo: «No voy a participar en comparaciones históricas, sobre todo cuando no las hice yo».

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