Tsipras entrega a Merkel la independencia del Parlamento griego

El memorando para el tercer rescate especifica que la troika tendrá acceso a "cualquier borrador legislativo relevante" antes someterlo a votación

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El memorando que los líderes de la zona del euro y el gobierno griego han pactado para articular el tercer rescate del país incluye puntos drásticos, añadidos al dictado de la canciller alemana, Angela Merkel. Además de los contundentes recortes, el acuerdo contempla un estricto control sobre la actividad legislativa de Grecia, cuyas cámaras perderán soberanía.

De este modo, y siempre según la documentación final, el Ejecutivo heleno deberá facilitar a la troika cualquier «borrador legislativo relevante» antes, incluso, de que se someta a consulta a pública y, por descontado, de que lo voten los diputados. Ello contiene una deriva adicional. Los famosos hombres de negro tendrán libertad para desarrollar inspecciones aleatorias.

Los ‘hombres de negro’, confinados

Desde que Syriza ganó en enero, los representantes de la troika han permanecido confinados en un hotel. Apenas han podido fiscalizar la tarea del gobierno de Alexis Tsipras desde que tomó los mandos Ejecutivos a principios de año. Este ha sido uno de los elementos menos explicados pero que más ha alimentado la desconfianza de los acreedores.

Los cambios, junto al paquete de medidas estrictamente financieras –subida del IVA al 23%; retraso de la jubilación a los 67 años y privatizaciones por valor de 50.000 millones—, deberán estar encarrilados antes del próximo miércoles.

La financiación urgente, en el aire

A cambio, Tsipras accederá a más dinero de los acreedores (86.000 millones), que usará para pagar los vencimientos de los próximos tres años que ya tiene fijados con esos mismos prestamistas. El acuerdo deja en el aire la financiación a corto plazo. La Unión Europea estaría dispuesta a inyectar 12.000 millones en ayuda humanitaria.

El importe despachado por los Veintiocho serviría a Atenas para afrontar conceptos sociales. De este modo, podría destinar sus propios recursos al próximo reembolso de 7.000 millones en julio y de otros 5.000 en agosto. La mayor parte del capital está apalancado en bonos adquiridos por Banco Central Europeo.

Impagar a la institución monetaria dejaría sin excusas a Mario Draghi para mantener la liquidez de los bancos griegos. La próxima fecha clave será el 20 de julio.

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