Trichet apunta a una subida de tipos de interés en julio

La clave de la medida es el temor al descontrol de la inflación, que el Banco Central Europeo sitúa en el 2,7% en mayo por los precios de los carburantes

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El presidente del Banco Central Europeo (BCE) , Jean-Claud Trichet, ha adelantado que con toda probabilidad en julio se producirá una subida de los tipos de interés en la zona euro. Lo ha explicado después de la reunión del consejo de gobierno del BCE. En este encuentro, ha decidido mantener el precio del dinero en el 1,25%. No obstante, ha manifestado que el banco central mantendrá una fuerte vigilancia respecto a los crecientes riesgos inflacionistas en detectados en la eurozona.

«Quizá en la próxima reunión se de una subida de los tipos, aunque eso no significa que vaya a tener lugar. Hemos acordado adoptar una fuerte vigilancia», ha insistido Trichet ya en el turno de preguntas por si quedaba alguna duda.

Los expertos en desentrañar las insinuaciones que se esconden en el lenguaje de Trichet no han sabido averiguar si subida más que posible será la primera de una serie incrementos.

El instituto emisor europeo ha aprovechado su última reunión para publicar sus previsiones de inflación, que seguirá por encima del objetivo del 2% tras llegar al 2,7% en mayo por la carestía de la energía y los alimentos. También ha hecho públicos sus augurios sobre el crecimiento en el área euro, donde ha revisado al alza sus cálculos para 2011 a un rango de entre el 1,5% y el 2,3%. Y, algo a lo que los analistas dan mucha importancia, Trichet ha aclarado que las medidas extraordinarias de liquidez se mantendrán «tanto tiempo como sea necesario, al menos hasta finales de año».

Baja el euro

El euro ha reaccionado a las palabras del presidente del BCE con un descenso superior al 1% en su valor frente al dólar. Tras la corrección, se intercambiaba en 1,449 dólares cuando antes de la rueda de prensa había llegado a superar las 1,465 unidades del billete verde. Esta variación se considera positiva para las exportaciones europeas aunque no lo son tanto respecto a las compras de productos como los carburantes, que se pagan en dólares.

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