Tasaciones posteriores a la venta rebajan un tercio el valor de las oficinas de EVO

Los nuevos gestores del banco tuvieron que reformular las cuentas y aplicar en junio un ajuste de más de 25 millones sobre el valor de los activos traspasados por Novagalicia, que en libros ascendía a 90,4 millones

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Al fondo norteamericano Apollo se le atragantó la adquisición de EVO Banco desde el principio. Así lo pone de manifiesto su situación actual, con un ajuste laboral a la vuelta de la esquina, pero sobre todo así lo admiten los propios gestores de EVO, con Jaime Carvajal Hoyos, su presidente, y Enrique Tellado, consejero delegado, al frente. El consejo de administración de EVO se vio obligado a registrar el pasado junio un ajuste sobre el valor de segregación de las oficinas de la entidad de unos 25,3 millones de euros, frente al valor de los activos en los libros de Novagalicia en el momento de la firma de la venta, que ascendía a 90,4 millones. Todo ello obligó incluso a los nuevos propietarios a reformular sus cuentas ya aprobadas, que databan de marzo de este año, para incorporar la nueva valoración de los activos inmobiliarios adquiridos (67 oficinas) a Novagalicia el año pasado.

Los cambios de valoración en esta operación, que consistió básicamente en el traspaso de oficinas de la red nacional de Novagalicia, con su negocio y sus empleados, son motivo de explicación detallada por parte de los gestores de EVO en sus cuentas. En septiembre de 2013 se formalizó el contrato de compraventa del la entidad al fondo de inversión estadounidense Apollo European Principal Finalice, que fue firmado ante notario el 28 de febrero de este año, una vez cumplidas las condiciones establecidas en el contrato. Oficialmente, la operación se cerró por 60 millones. Desde Novagalicia insistieron entonces en que se valoraba EVO en un 55% de su valor neto contable, «es decir, en el entorno del valor de mercado de los bancos cotizados».

Informe de tasación

El pasado 31 de marzo, el consejo de administración de EVO acordó formular las cuentas, así como el informe de gestión correspondiente al ejercicio de 2013, «sobre la base de la valoración de los activos inmobiliarios del balance de la sociedad en los términos del contrato firmado en septiembre». Las cuentas incluso fueron auditadas, según explican los gestores de EVO.

Sin embargo, el pasado 30 de junio, los nuevos administradores decidieron aprobar la incorporación de las modificaciones derivadas del acuerdo alcanzado en relación a la valoración de los inmuebles propiedad de EVO Banco, acordadas entre Smart Holdco (filial de Apollo con sede en Luxemburgo) y NCG Banco. Lo hicieron sobre la base del informe elaborado por la firma Sociedad de Tasación SA, referido a 9 de diciembre de 2013, es decir, meses después de pactar la venta, que establece un valor de mercado para cada una de las 67 oficinas titularidad de EVO Banco.

Nuevo valor de segregación

El importe agregado de esas oficinas fue entonces, y tras la tasación, de 65,1 millones euros, «y ha sido considerado por las partes, de acuerdo con la normativa aplicable, como valor de segregación», indican en la memoria de EVO. Dichas modificaciones suponen registrar un ajuste sobre el valor de segregación de 25,3 millones, teniendo en cuenta que el valor de los activos en los libros de NCG en el momento de la segregación ascendía a 90,4 millones de euros. Así lo exponen los nuevos gestores de la entidad.

En consecuencia y en esa misma fecha, los nuevos propietarios procedieron a la reformulación y aprobación de las cuentas anuales de 2013, dejando sin efecto las formuladas a finales de marzo, así como el informe de auditoría emitido con posterioridad.

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