¿Saben los banqueros hacer de banqueros cuando todo falla?

El beneficio conjunto del sector en el primer trimestre cae a plomo y deja en evidencia las carencias de los directivos para capear el temporal de tipos bajos

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A la hora de presentar los resultados del primer trimestre, los seis grandes bancos españoles se han afanado en justificar con mil y un argumentos una realidad complicada. La de que, con los tipos de interés bajo mínimos y una actividad económica que no acaba de tirar, resulta muy complicado aumentar los márgenes, y que solo se logra amortiguar exprimiendo al máximo las comisiones a los clientes.

Así, más allá de los 3.200 millones de beneficio obtenidos en conjunto, un 22,7% menos que hace un año –solo el Sabadell de manera clara y el Popular, mínimamente, ganaban más–, basta ver cómo cada vez resulta más complicado incrementar los ingresos recurrentes.

De hecho, la mayoría de las entidades ya se han apuntado en este trimestre caídas en el margen de intereses, del 3,3% en el caso del Santander –con tipo de cambio–, de un 10% en el caso de Caixabank, de algo menos del 2% en el Popular y de casi el 17% que registraba Bankia, por el efecto de la venta del City National Bank of Florida (CNBF) y el impacto de la repreciación de los bonos de la Sareb.  

Solo BBVA –el que porcentualmente más reduce sus ganancias– aumentaba este margen por encima del 13%, considerado un tipo de cambio constante, y el Sabadell, que lo incrementaba un 51%, por el menor coste de los recursos, tanto en depósitos como en mercado de capitales. 

Recorrido de las comisiones

Tampoco se puede rascar mucho más de las comisiones. De hecho, Caixabank las veía reducidas en algo más del 9%, por la volatilidad reciente en los mercados e ingresos por operaciones singulares, y Bankia, por su nueva política comercial de retirarlas a todos los clientes con los ingresos domicilios, veía cómo caían más de un 14%.

El impacto de esta campaña en el primer trimestre fue de 10 millones de euros, en línea con el impacto global de 40 millones estimado para todo el ejercicio 2016.

Así, como tanto el margen de intereses como las comisiones ya no pueden dar mucho más de sí, todo pasa por aumentar el volumen, pero la captación de nuevo negocio crediticio resulta muy complicada con unos tipos en negativo, devastador para otorgar nuevos préstamos.

En estas circunstancias, cada entidad trata de poner al buen tiempo buena cara y agarrarse como un clavo ardiendo a los aspectos que, en cada caso, pueden ayudar a superar esta complicada situación.

El BBVA no puede ir a peor

En el BBVA, el que peor parado ha salido en el trimestre con esas pérdidas del 54%, atribuidas al tipo de cambio, las menores operaciones financieras y la ausencia de operaciones corporativas, confían en que las cosas no vayan a peor.

«Los resultados irán de menos a más a lo largo de 2016», decía su consejero delegado, Carlos Torres Vila, confiando en que, al margen de esas afecciones, se recupere la actividad en algunas zonas en las que opera, menor, como en América Latina, al ser el primer trimestre el periodo vacacional estival.

El Popular sube el coste del crédito a pymes

A la hora de dar crédito, en el Popular –aunque en el conjunto del trimestre otorgaba 1.000 millones que hace un año–, se muestran confiados en superar el mal enero tras ver los datos de febrero y marzo y, sobre todo, los registrados en abril. Y, además, hacerlo con un aumento del precio de ese crédito.

En este sentido, sacaba pecho su consejero delegado, Francisco Gómez, al señalar que su apuesta por las pymes al final da resultado. «Se está poniendo en valor nuestra estrategia, demostrando que calidad y fidelidad de los clientes al final se transforma en mayor rentabilidad», comentaba durante la presentación de los resultados del primer trimestre.

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