Otra herencia envenenada: Abanca tiene el 30% de una autopista malagueña en pérdidas

La entidad posee a través de Caixanova Invest el 30% de la Autopista del Guadalmedina

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La actual Abanca de Juan Carlos Escotet tiene que lidiar con muchas participaciones que Novagalicia heredó de la etapa de las antiguas cajas gallegas. En el sector de las autopistas, no sólo cuenta con un 11,6% de Itínere, la propietaria de Audasa, la polémica concesionaria de la AP-9. También con un vial de pago malagueño que arrastra pérdidas desde su puesta en marcha: se trata de la Autopista del Guadalmedina, controlada de forma mayoritaria por Sacyr.

Al igual que en caso de Itínere, Abanca tiene una participación en este vial a través de Caixanova Invest, una sociedad cartera heredada de los tiempos de la caja de Julio Fernández Gayoso y que tienen como socio único a NCG Corporación Industrial SL.

Vial en pérdidas

Según la memoria de la citada sociedad, el pasado ejercicio, la Autopista del Guadalmedina acabó con unas pérdidas que se elevaron por encima de los 1,7 millones de euros (1,6 millones en números rojos en 2012).

La operación realizada por Caixanova Invest tuvo lugar en febrero de 2011, puesto en marcha el proceso de fusión de las cajas gallegas. Por medio de diversas adquisiciones de acciones, la sociedad se hizo con el 30% de la autopista. El precio de compraventa se estableció en 16,7 millones de euros.

Préstamos

Por otra parte, y según los datos remitidos al Registro Mercantil, Caixanova Invest otorgó un préstamos participativo a la también denominada Guadalcesa por valor de 13,2 millones de euros con vencimiento en 2036. El acuerdo pasaba por que la sociedad cartera recibiría un interés fijo del 6,5% anual sobre el capital pendiente al final de cada ejercicio fiscal, así como un interés variable igual al porcentaje de participación en los ingresos excedentarios obtenidos por el volumen de tráfico de la autopista.

También en febrero de 2011, el vial recibió otro préstamo subordinado por valor de 3,4 millones de euros. En este caso el vencimiento previsto es en 2035. Posteriormente, en junio del año pasado se produjo una novación del contrato, habiéndose concedido un importe adicional de 900.000 euros. Por último, el diciembre pasado se concedió otro crédito sindicado por importe de 675.000 euros.

Adicionalmente, Caixanova Invest firmó un contrato de opción de venta sobre las acciones adquiridas de Guadalcesa. Por medio de este acuerdo se permitía vender la totalidad de sus títulos y derechos, aunque esa opción no se podrá hacer efectiva hasta 2016, pues debían pasar cinco años a partir de la fecha de puesta en servicio de la infraestructura, en 2011.

¿Desinversión sencilla?

Pero, ¿sería sencillo desinvertir en el vial andaluz? Parece complicado a tenor de los resultados que encadena la infraestructura. Según los medios locales, la infraestructura se puso en marcha en plena época de crisis. En ella se invirtieron unos 400 millones de euros, y el contrato de adjudicación a Sacyr le otorga un período de explotación de 36 años.

Desde que se abrió al tráfico, en 2011, ha ido perdiendo intensidad de tráfico, mes a mes. Incluso durante el verano del año pasado, cuando las previsiones hablaban de 20.000 vehículos diarios, no se llegó ni a los 14.000.

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