‘Operación Dragão’: así diseñó Escotet el asalto a Caixa Geral

Abanca confía en sus opciones para hacerse con 110 oficinas de Caixa Geral, resultado de la fusión de tres bancos: Simeón, Extremadura y Luso Español

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Un nombre en clave para la compra de un banco. Los papeles que se intercambiaron durante los últimos meses los miembros del equipo de Juan Carlos Escotet hasta presentar la oferta no vinculante por la filial española de Caixa Geral tenían su encabezamiento encriptado. Se trataba de la Operación Dragão, quien sabe si el particular guiño del propietario de Abanca al nuevo estadio de fútbol del Oporto, capital lusa en la que Escotet pasa largas temporadas.

La propuesta para optar a la privatización de la filial española de la lusa Caixa Geral, cuya venta entra dentro de los compromisos del Gobierno portugués con la Unión Europea, se solapó en el tiempo con otro movimiento de crecimiento de Abanca: la compra de la red portuguesa del Deutsche Bank (41 oficinas y unos 330 empleados), firmada en abril y que acaba de pasar por el trámite de Competencia en el país vecino.

Todo comienza con el Deutsche

A cada operación un nombre secreto, hasta que llega el momento oportuno de mostrar todas las cartas. Abanca lo había intentado el año pasado con la filial española de la entidad alemana, que cuenta con 220 sucursales y cerca de 2.000 trabajadores, en lo que suponía hincar el diente a una pieza mucho mayor que la compra que ha realizado Abanca con el Deutsche en Portugal. En su momento, fueron las propias maniobras de los directivos de Deutsche Bank España, con el objetivo de continuar en solitario con la única dependencia de la matriz germana, lo que terminó por dinamitar la operación y propiciar la retirada del equipo de Escotet.

Así surgió la Operación Dragão, a la que el propio Escotet aludió directamente este lunes antes de la junta general celebrada en A Coruña, que sigue al pie de la letra lo anunciado por el banquero venezolano cuando Abanca se libró del corsé de Bruselas, hace un par de años. Crecer «en mancha» era el objetivo, a modo de expansión geográfica por áreas limítrofes al mercado natural de Abanca, que es Galicia. Y ahí entra Portugal. Y también España.

La ‘due diligence’

Banco Caixa Geral cuenta con 110 oficinas en España, una red repartida por Madrid, Extremadura, Galicia, Castilla y León, País Vasco, Asturias, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía. Además, dispone de tres oficinas de representación en México, Venezuela y Suiza.  

Habrá que espera hasta comienzos de septiembre, que es el plazo que ha habilitado el Gobierno luso para la presentación de las ofertas vinculantes. El corte lo han pasado la cooperativa Cajamar, el fondo Cerberus y Abanca. En estos momentos, el equipo de Escotet se encuentra en pleno proceso de due diligence, que es la auditoría de compra preceptiva para realizar una valoración de la filial española de Caixa Geral y concretar la oferta.

La filial española de Caixa Geral es el fruto de la fusión de tres entidades, el Banco de Extremadura, Banco Siméon y Luso Español. Los dos primeros fueron privatizados en el año 2002, y entregados por Argentaria a la Caxia Geral portuguesa.  La sede inicial del grupo estaba, de hecho, en Vigo, en la calle Policarpo Sanz, que era el domicilio social del Siméon.

Una consejera de Jacinto Rey

De aquella época permanece cierta huella en lo que hoy en día es Caixa Geral. De hecho, el empresario Jacinto Rey (Constructora San José) fue accionista y consejero del Siméón. Hoy en día se sienta en el consejo de administración de la filial española de Caixa Geral una de las personas de máxima confianza de Rey González. Se trata de Altina de Fátima Sebastián González, que es consejera independiente del banco, y ocupa en San José  el pueso de directora de Desarrollos Inmobilarios.

Escotet sabe cuáles son las preferencias del Gobierno portugués para valorar las ofertas, cuando se presenten. Todo parece indicar que se apurarán los plazos al máximo. Entre ellas no solamente está el precio, que sin embargo será determinante.

También se valorarán las propuestas sin condicionantes relativos a contingencias jurídicas, laborales y regulatorias. El Gobierno luso valorará, además, los proyectos estratégicos previstos para sus filiales, en especial las garantías de continuidad en las relaciones de cooperación comercial de Caixa Geral con sus clientes. En Abanca se han tomado muy en serio la Operación Dragão.

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