Nerviosismo bancario por el suicidio de desahuciados

Las entidades temen sufrir un daño de imagen irreparable

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La reacción de Caja Rural de Granada después de que un cliente que iba a ser desahuciado se quitara la vida ha tenido tanta o más repercusión esta semana que la propia noticia del suicidio. El hombre, de 53 años, que se ahorcó tras conocer la inminencia del desahucio, ha generado alarma social en España y también alarma empresarial dentro de la entidad bancaria.

La divulgación del suicidio y de la convocatoria, a través de las redes sociales, de numerosas protestas y concentraciones de repulsa hacia los desahucios y hacia Caja Rural, la entidad decidió hacer público un comunicado que fue la noticia más leída y comentada del portal Menéame.

“Caja Rural siempre ha mostrado y mostrará una especial sensibilidad social que forma parte de nuestra historia y que nunca abandonaremos”, asegura la entidad a través de la nota de prensa. “Los responsables de la Entidad y los trabajadores están profundamente consternados por el fallecimiento de José Miguel Domingo y transmitimos nuestro más sentido pésame a toda su familia”, añadió.

Doble rasero

Tras conocerse que la hipoteca del hombre que decidió quitarse la vida había sido concedida por Caja Rural, el llamado a boicot en las redes sociales no se hizo esperar. La estrategia de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de hacer visibles los nombres de los bancos en cada acción de desahucio parece estar dando resultado.

La pegatina “Este banco estafa y hecha a la gente de su casa” se ha convertido en el nuevo eslogan del márketing negativo con rápidos efectos corrosivos sobre la imagen de los bancos. “Sólo cuando vamos varios días a la misma sucursal, prácticamente paralizamos la actividad y llenamos de pegatinas y pancartas la oficina, el banco se sienta a negociar”, explica un miembro de la plataforma de Afectados de la Hipoteca de L’Hospitalet. “Los afectados que no acuden a la plataforma y no llegan a los medios, son desalojados de inmediato y sin contemplaciones”.

Tras el intento de suicidio de otro hombre en Valencia ante la llegada de la comitiva judicial a su casa esta semana, el juzgado decidió detener el desalojo. La entidad de créditos personales que concedió el préstamo –seguramente atemorizada por la repercusión del caso– ordenó la paralización del proceso. No ha trascendido el nombre de la empresa. Por ahora.

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