NCG perdió casi 4.800 millones en depósitos de clientes en 2012

Las operaciones de pasivo, unos 7.000 millones menos, sufren una merma de algo más del 10%, por debajo de la caída de depósitos

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Los clientes retiraron durante 2012 un total de 4.792 millones de NCG. El balance de la entidad presenta una pérdida de depósitos del 10,9%, desde los 43.600 millones al cierre del 2011 hasta los 38.808 millones del pasado mes de diciembre. Este acusado descenso, algo superior a la media del sector, que se situó en el 8,6%, se justifica desde la entidad en el cierre de hasta 212 oficinas realizado durante el año pasado, en el proceso de saneamiento que lleva a cabo NCG. Los datos de pérdida de depósitos también contrastan con la caída del 4,4% registrada un año antes, entre 2010 y 2011, cuando pasaron de 48.823 millones a los declarados 46.677 millones en las cuentas del 2011, que incorporaban al Banco Gallego y que distorsionan sensiblemente la evolución.

De hecho, en un año especialmente convulso para NCG Banco como el 2012, en el que se incorporó la multimillonaria inyección de Bruselas, se traspasaron activos al banco malo y se vendió su participada el Banco Gallego, que consolidaba en su balance, resulta difícil aproximarse a la realidad de su negocio bancario puro y duro a través de las cuentas que acaba de presentar. Así, la evolución de su inversión crediticia (el dinero que prestó), la captación de pasivo (evolución de sus depósitos) y los márgenes resultantes se topan con datos no comparables, cuando lo habitual es que se presenten proforma. Ello es debido a dos motivos: la desconsolidación del Gallego, recientemente vendido, y la aplicación de la nueva normativa contable, que por ejemplo permite a las entidades presentar su pasivo apenas desagregado, e incluye otras operaciones de débito con clientes y con el mercado.

Pasivos financieros

Una de las escasas variables que permite comparación, atendiendo a las cuentas individuales, y no consolidadas, es precisamente la que hace referencia a los pasivos financieros a coste amortizado, un concepto del balance de NCG que incorpora depósitos de la clientela, pero a modo de cajón de sastre, y debido a las nuevas normas contables, también suma cuentas pendientes con otras entidades, emisiones como obligaciones y cédulas hipotecarias e, incluso, su saldo en el mercado interbancario, aunque este concepto sume actualmente poco. Dichos pasivos financieros se habían situado en el balance individual de NCG en 2011 en 64.417 millones de euros, frente a los 57.685 millones en las cuentas que acaba de presentar, las de 2012. El descenso de estas operaciones de pasivo, por tanto, es de 6.732 millones, con un retroceso del 10,4%.

Menos depósitos

NCG difunde que a 31 de diciembre de 2012 los depósitos de clientes se situaban en 38.808 millones de euros (desagrega esa partida del pasivo financiero a coste amortizado), frente a los 43.600 millones del ejercicio precedente. Esos datos contrastan con los depósitos declarados en las cuentas de NCG de 2011, en las que sí consolidaba el Banco Gallego, y que fijaban esos depósitos en 46.677 millones. Por tanto, si se toman como referencia las cuentas oficiales, a esa abrupta caída del 16,8% (unos 7.869 millones) habría que descontar los depósitos del banco filial (4.520 millones) para hacer la comparativa con las cuentas individuales. La pérdida arrojaría, pues, una caída del 7,9%, desde los 42.157 millones de forma individual para NCG sin el Gallego hasta los citados 38.808 millones que declara ahora. La cuestión está en que el banco filial también declaró en 2011 esos 4.520 millones como pasivos financieros a coste amortizado, sin desagregar sus depósitos de clientes, lo que hace más complejo el cálculo real con las cuentas delante.

Impactos

Todo ello lleva a los responsables de NCG a presentar sus cuentas no comparables, aludiendo a todos estos efectos en un año complejo y que arroja unas pérdidas para la entidad de 7.937 millones de euros. Tampoco presentan sus cuentas de mora y su evolución frente al 2011. Sin duda, la crisis de las participaciones preferentes y la desconfianza de los depositantes indicen en la merma de depósitos, esos que suman en la partida de pasivos financieros a coste amortizado de NCG, pero que, según fuentes de la propia entidad, “no lo hacen más que en el caso de otras entidades”.

Si no fuera por todos esos condicionantes, la comparativa de 2012 frente al balance consolidado de hace dos años, por ejemplo, arrojaría una pérdida de depósitos de clientes de hasta 10.015 millones, con un retroceso en dos años de algo más del 20%. Pero no son comparables cuentas consolidadas con individuales, y muchos menos por la pérdida de peso del Gallego en el balance de NCG que, aunque limitado, también influye. Lo que sí es comparable, aunque con matices, es la inversión crediticia de la entidad gallega, lo que presta a empresas y particulares, que se contrajo un 34,3% el año pasado, desde los 48.770 millones de euros a unos 32.030 millones. El “pero” aquí está en los créditos promotores y al ladrillo traspasados al banco malo, la Sareb, que salieron del balance, lo que también vuelve a distorsionar las cuentas, según la entidad, ya que rebajó su exposición crediticia en uno 6.000 millones por esos traspasos.

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