Méndez concedió créditos para invertir en Astroc con sus acciones como única garantía

Anticorrupción investiga las compras "apalancadas" de la inmobiliaria que financió Caixa Galicia, entidad colocadora en su salida a bolsa

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Los doce créditos que concedió la Caixa Galicia de José Luis Méndez relacionados con Astroc siguieron una mecánica similar. El quebranto de 300 millones que esas líneas de financiación generaron para la entidad financiera y que ahora investiga la Fiscalía Anticorrupción, previa denuncia del FROB, no solo están relacionados con Enrique Bañuelos, el efímero presidente de la inmobiliaria, sino con un grupo de accionistas que fueron financiados por la extinta Caixa Galicia.

De acuerdo con fuentes conocedoras del proceso, Caixa Galicia otorgó los préstamos «apalancados», con las propias acciones de la compañía como única garantía, para asegurarse así el éxito de la salida a bolsa de la inmobiliaria, proceso en el que la caja gallega actuó de colocador, junto a Banco de Valencia y Cajamadrid, entidad esta última llevó las riendas como directora de la Oferta Pública de Venta (OPV) de Astroc.

Un negocio «apalancado»

Las compras «apalancadas», muy habituales en los años de bonanza y de la burbuja inmobiliaria, se efectuaron poniendo como aval las propias acciones adquiridas, con lo que las garantías para la recuperación de esos créditos en caso de impago estaban directamente vinculadas con la evolución en bolsa de Astroc.

La operativa de la pignoración es similar a la que puede contraer un ciudadano a la hora de hipotecarse para adquirir una vivienda, que forma parte de la garantía. En el caso de una cotizada, el problema surge cuando el activo colocado en prenda para conseguir la financiación cae más de lo previsto en el mercado. Y eso fue lo que sucedió en Astroc. Y ese fue el detonante del quebranto para Caixa Galicia, según las mismas fuentes.

Accionistas de referencia

En enero de 2007, cuando todavía no se había desplomado en bolsa, Enrique Bañuelos era el principal accionista de Astroc, con el 51,582% de los títulos, seguido de Nozar (10%), Rayet (5,1%), Amancio Ortega (5,1%) y Carmen Godia (5,069%). La corporación de Caixa Galicia, dirigida por José Luis Méndez Pascual, hijo del ex director general de la entidad gallega, controlaba un 5% de forma directa. En aquel  momento, y desde que había salido a bolsa el 24 de mayo de 2006, la cotización de Astroc había crecido un 673%. El desplome fue tan rápido como disparatado su crecimiento, hasta caer su cotización por debajo del precio de salida al mercado, y Bañuelos se vio obligado a vender gran parte de sus acciones y dejar la presidencia.

Las irregularidades detectadas por el FROB y enviadas a la Fiscalía Anticorrupción englobarían una docena de créditos, inversiones y refinanciaciones cerradas con Astroc en los años previos a la fusión de las cajas gallegas. Caixa Galicia no solo fue colocadora en bolsa de Astroc, accionista significativo y prestamista de otros accionistas, sino que también asumió gran parte de la financiación ordinaria de la compañía de Enrique Bañuelos.

Quabit, la heredera de Astroc con Bañuelos lejos de la gestión y el accionariado, tenía contraído un endeudamiento de 176 millones en 2011 con Novagalicia. Un año después, la deuda rondaba los 78 millones. Hasta 2012, NCG no logró rebajar su participación en Quabit por debajo del 3%.

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