Los preferentistas plantan cara a Escotet y exigen soluciones

Adicae denuncia ante los accionistas de Abanca que la entidad recurre las sentencias desfavorables pese a prometer que devolvería los ahorros a los afectados en mayo

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Las palabras pesan. En su aterrizaje en la antigua Novagalicia, ahora rebautizada como Abanca, Juan Carlos Escotet prometió que resolvería el problema de las preferentes en 90 días, que en mayo de este año los ahorradores atrapados en la estafa tendrían una solución sobre la mesa para recuperar su dinero. Este lunes, seis de octubre, la junta de accionistas de la entidad, en la que se aprobará la absorción de Banco Etcheverría, tendrá a preferentistas “indignados” en la sala porque ni la solución ha llegado ni hay voluntad del banco por encontrarla, según denuncian.

Adicae, que tomará la palabra ante Escotet y el consejo de Abanca en representación de algunos de los preferentistas, denuncia que el banco está llegando a acuerdos individuales con los afectados. Estos acuerdos están sometidos a cláusulas de confidencialidad, por lo que se desconoce cuáles son las condiciones que impone la entidad. El problema es que de la solución común que prometió el presidente de Banesco nada se sabe.

“Estamos aquí para expresarle nuestra indignación”, sentenció Verónica Pazos, portavoz de Adicae. Apunta que no solo parece haber quedado en el olvido la promesa a los preferentistas, sino que Abanca está peleando con fuerza en los juzgados, recurriendo un buen número de sentencias desfavorables que la obligan a reintegrar el dinero a los clientes de participaciones de preferentes y obligaciones subordinadas.

Protesta sindical

No es el único problema que se encontró Escotet a su llegada al Palacio de Congresos y Exposiciones de A Coruña (Palexco). Más de medio centenar de delegados de la CIG y trabajadores se concentraron ante el edificio para denunciar «despidos» en la entidad financiera y exigir la readmisión de compañeros.

“La semana pasada hubo despidos en A Coruña”, afirmó Clodomiro Montero, delegado de la CIG. La protesta está encabezada por una pancarta con el lema «Luis readmisión. No a la represión», en demanda de la readmisión de este trabajador de Pontevedra, despedido, según la central sindical, por presentarse en las listas sindicales de la CIG.

Montero ha señalado que se están llevando a cabo despidos «con total opacidad» y ha subrayado que, tras pedir que se les diese información al respecto en una reunión que celebraron la semana pasada, «se negaron». La excusa de la entidad es la continuidad del ERE impuesto por Bruselas, pero para el sindicato «es una decisión empresarial».

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