Los posibles recortes de NCG tensionan a los sindicatos

UGT y CCOO hablan de “conflictividad importante” si se cumplen los pronósticos de un ajuste de 2.000 personas

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A falta de un dato oficial, la plantilla de Novagalicia Banco recibe con inquietud las noticias que hablan de la posibilidad de que la entidad tenga que acometer unos 2.000 despidos como condición para recibir una inyección de capital en el marco de la reestructuración financiera planteada con Bruselas. Mientras el banco prefiere no entrar a valorar especulaciones, las centrales sindicales con representación en la entidad ya han indicado que, de ser cierta la cifra, esto desencadenará una “conflictividad importante”.

Aunque tanto desde CCOO como desde UGT se pide prudencia hasta el miércoles, cuando previsiblemente se conozca el documento oficial sobre la reestructuración, ya han indicado que un recorte de 2.000 personas es “inasumible”.

Evo y Sareb

Los representantes de los trabajadores indican que desde que las dos antiguas cajas gallegas se fusionaron, han desaparecido 2.000 puestos de trabajo. “Reducir otros 2.000 en una plantilla que no sobrepasa los 6.000 no tiene sentido”, indica José Ramón del Pliego Valdés, de UGT.

Con todo, en ese hipotético recorte de personal de 2.000 trabajadores estarían incluidos aquellos que se marchasen al Sareb o ‘banco malo’ y los de Evo Banco, la red de oficinas con la que Novagalicia actúa en España fuera de Galicia, Asturias y Castilla y León. De hecho, las previsiones de la entidad pasan por encontrar un comprador para Evo en el plazo de dos años.

¿Banco puente?

Ante las hipótesis existentes, la realidad es que el futuro de NCG Banco es una incógnita. El diario La Voz de Galicia asegura que el futuro inmediato de la entidad que dirige José María Castellano pasa por transformase en un banco puente. Una entidad que pasados entre tres y cinco años podría venderse a inversores privados, con lo que las arcas públicas recuperarían la inversión.

Sin embargo, los representantes de los trabajadores del sindicato CIG no comparten esa opinión. Este lunes, varios de ellos se reunieron en Bruselas con el comité de ayudas a los Estado de la Comisión. En concreto, con los técnicos que llevan el caso de NCG Banco.

Tras esa reunión, el responsable de CIG-Banca, Clodomiro Montero, aseguró que la decisión sobre el recorte de personal recaerá sobre el Gobierno central y la entidad en últina instancia, y no sobre la Comisión Europea.

Futuro “ya definido”

“La impresión que sacamos es que el futuro de la entidad ya está definido, y pasa por convertirse en la sucursal de otro gran grupo bancario español, aunque esta transformación no tiene por qué implicar la pérdida de la marca”, opinó. Además de calificar de “inasumible” un recorte de 2.000 empleados, aseguró que habría que “estar seguros” de cuales serían los plazos.

A ese respecto, el ministro de Economía, Luis de Guindos insistió este lunes en que los plazos de las nacionalizadas para acometer los recortes que se les impongan serán de cinco años.

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