Las ventas de Galicia en Portugal cayeron un 27% el último año

La CEG advierte que los recortes perjudicarán a empresarios gallegos y portugueses

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Portugal, en ocasiones visto como un competidor para la economía gallega en el terreno portuario y aeroportuario, es también uno de sus mejores aliados. De ahí que entre los empresarios gallegos preocupe la nueva crisis que azota al país luso, que tendrá que afrontar otra serie de recortes en el gasto público y más medidas de austeridad para cumplir con el objetivo de déficit marcado por la UE.

Los empresarios gallegos están convencidos de que la dinámica de la economía portuguesa tendrá un impacto notable en Galicia. “Cuanto más se preocupen ellos, más me preocupo yo”, sentencia José Manuel Fernández Alvariño, presidente de los empresarios de Pontevedra. Comparten inquietud en la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG). “Nuestro país vecino es uno de nuestros primeros socios comerciales, por lo que cualquier dificultad que padezca, acabará afectando a las relaciones entre ambos mercados”, asegura su presidente, Antonio Fontenla.

Clave en las exportaciones

Para reforzar la reflexión, se apoyan en datos. Según las cifras que maneja la CEG, en 2012, año en el que la economía portuguesa registró una caída del 3,2%, las ventas de Galicia al país luso se redujeron un 27,6%.

Un año antes, en 2011, la Cámara de Comercio de A Coruña cifró en 2.900 millones de euros el valor de las exportaciones a Portugal, un 17% por ciento del total del comercio exterior gallego. Estos datos, convirtieron al país luso en el segundo principal cliente de la comunidad gallega, solo por detrás de Francia, con cerca de 1.300 empresas radicadas en Galicia exportando regularmente a sus tierras.

Ahora, Portugal afronta una nueva fase de ajuste, que amenaza con seguir rebajando las cifras. El primer ministro, Pedro Passos Coelho, anunció recortes en Sanidad, Educación y Seguridad Social, además de una reducción de 600 millones las partidas destinadas a los ministerios. “Me temo que el recrudecimiento que con toda probabilidad emprenderá el Gobierno en sus políticas de recorte de gasto público y austeridad no va a ser beneficioso para la economía portuguesa ni para las relaciones entre sus empresarios y los gallegos”, concluye Fontenla.

Los empresarios buscan salidas

En este escenario, los empresarios gallegos y portugueses han iniciado proyectos de internacionalización conjunta hacia el mercado exterior. “Es previsible una merma de inversión y gasto público, de ahí que apostemos por economías emergentes”, afirma Fernández Alvariño. “Portugal puede darnos una buena entrada en África y Brasil, y nosotros en países suramericanos como Argentina o Chile”, expone. Estas expediciones en busca de oportunidades de negocio ya se están realizando, en sectores como la construcción o las nuevas tecnologías.

Paralelamente, se puso en marcha la primera asociación de empresarial transfronteriza Galicia-Norte de Portugal, con representación en la directiva de las confederaciones de empresarios de Pontevedra y Ourense, de la Asociación Industrial do Miño y de la Asociación Empresarial de Viana do Castelo. La agrupación, formada exclusivamente por empresarios, se ha fijado como objetivo la organización de misiones empresariales a terceros países y la concurrencia conjunta a programas de financiación europeos . “La mediana y pequeña empresa ha perdido el miedo a la internacionalización. En este sentido, sería el ejemplo de una colaboración conjunta de empresas, de lo que se tiene que hacer en las franjas fronterizas”, asevera al respecto el presidente de la CEP.

También es una salida ante las dificultades económicas que atraviesan España y Portugal, y que inciden directamente en la Eurorregión. El último informe de movilidad laboral publicado por la patronal gallega detectaba un descenso del 58% en las contrataciones en la zona transfronteriza entre 2007 y 2011. “Es fundamental que Portugal vaya bien, Todo lo que implique reforzar el nivel económico es una necesidad para nosotros”, insiste Fernández Alvariño.

Portugal como competidor

Si Portugal es una pieza clave en el potencial exportador de Galicia y en la cooperación empresarial, es también un notable rival en otras materias. El aeropuerto de Sá Carneiro, en Oporto, principal competidor de las terminales gallegas, es analizado desde Galicia como un modelo exitoso. Superó en 2012 los seis millones de pasajeros, creciendo un 0,8% más en relación al año anterior. Mientras, los tres aeropuertos gallegos perdieron pasajeros. Lavacolla, en Santiago de Compostela, registró un 10,9% menos, Peinador, en Vigo, perdió un 16,5% y Alvedro, en A Coruña, registró un 15,1% menos.

Este desequilibrio se reproduce en el sector portuario. El puerto de Leixoes, también en Oporto, movió en 2012 más tráficos que los puertos de A Coruña y Vigo juntos.

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