Las agencias de calificación le bajan el pulgar a la City

Moody's otorga una perspectiva negativa a la calificación AA1, mientras que Fitch y Standard and Poor's están revisando sus calificaciones a la baja

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Siguen llegando olas que arrasan la confianza financiera del Reino Unido tras el tsunami del «brexit». La agencia Moody’s le asignó una perspectiva negativa a la calificación AA1 para la deuda del país tras el referéndum, porque considera que su solvencia crediticia «está ante un gran riesgo».

Además, la agencia cree que en los próximos meses (si no está sucediendo ya mismo) habrá «un aumento en la incertidumbre, una disminución de la confianza y menores gastos e inversiones para dar lugar a un crecimiento más débil».

El hundimiento de la libra esterlina el viernes, que llegó a cotizarse con un 10% de depreciación respecto al dólar, confirma el temor que la agencia había desplegado antes de la votación.

Para Moody’s, Gran Bretaña se enfrenta a un panorama de un lento crecimiento económico, con una mayor burocracia para las transacciones comerciales y un aumento de las presiones sobre la libra, condiciones que podrían rebajar la calificación del reino.

Standard and Poor’s todavía le otorga la calificación de AAA para la capacidad crediticia británica, pero están con dudas de que pueda mantenerse por mucho tiempo. «Creemos que una calificación ‘AAA’ es insostenible bajo las circunstancias», dijo Moritz Kraemer, director de calificaciones de S&P, al Financial Times.

La City perderá el protagonismo financiero

Para Fitch, la tercer gran agencia de calificación, el abandono del Reino Unido «otorga una capacidad de crédito negativa para la mayoría de los sectores» del país, debido a un menor crecimiento en el mediano plazo y a la incertidumbre sobre los acuerdos comerciales.

Todavía no lo hizo, pero la agencia anunció que «revisará a la baja» la calificación de los títulos de Gran Bretaña. Además, vaticina que la City perderá su rol protagónico como centro de negocios en el continente, y en detrimento de otras plazas como Frankfurt o París.

Este punto ha sido difundido por François Villeroy, miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo, quien dijo que el centro financiero de Londres corre el riego de perder su «pasaporte de la UE», un mecanismo que permite, a muchos bancos con sede en la City, operar en todo el mercado de capitales del bloque sin restricción.

«Hay un precedente, el modelo noruego de área económica europea, que permitiría a Reino Unido mantener el acceso al mercado único pero comprometiéndose a implementar todas las normas de la UE», dijo Villeroy, pero recordó que sería una paradoja pretender marcharse de la Unión pero seguir aplicando las normativas financieras europeas».

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