La OCU fue condenada por divulgar datos de médicos en un polémico estudio

La Organización de Consumidores y Usuarios elaboró un informe sobre las recetas médicas que terminó con una condena en el Supremo

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La Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, fue condenada en 2007 por la Audiencia Nacional por difundir datos de profesionales médicos en un polémico estudio que la entidad realizó sobre las recetas aplicadas por los médicos en Madrid.

La OCU es conocida como una entidad sin ánimo de lucro que defiende los derechos de los consumidores pero mantiene una estructura mercantil y societaria con ingresos millonarios en España.
La filial mercantil, OCU Ediciones, factura 25 millones de euros al año con la base de envíos de revistas a los suscriptores.

Las revistas contienen estudios e informes polémicos que han levantado las quejas de numerosas patronales y empresas. En un estudio elaborado en 2005, la organización describía supuestas malas prácticas en las recetas médicas.

Informe desaparecido

El informe fue publicado en su revista, distribuida exclusivamente a los suscriptores y en su web.

Un médico inscrito en el Colegio de Médicos, y consultado por este diario, asegura que el estudio insinuaba que los médicos recetaban en exceso antibióticos, cuando algunas dolencias podían ser tratadas con medicamentos como Ibuprofeno.

Acudimos a la web de la OCU para encontrar el polémico informe pero la OCU lo eliminó de su web. En él, un equipo de encuestadores de la OCU se hizo pasar por pacientes y acudió a diferentes médicos públicos y privados con la intención de demostrar que había malas prácticas en las recetas médicas, según concluye la sentencia de la Audiencia Nacional.  

Para este informe, la OCU utilizó datos personales y direcciones de los médicos. La práctica le valió a la organización una multa de algo más de 6.000 euros por parte de la Agencia de Protección de Datos. Pero la OCU llevó el caso hasta los tribunales para desestimar la sanción y defender su «derecho de libertad de expresión».

El recurso de la entidad fue rechazado por la Audiencia Nacional que valoró, en la sala de lo contencioso administrativo, que la OCU había incurrido en una infracción grave de la ley de Protección de Datos. La OCU no pidió autorización a los médicos cuyos datos personales habían sido utilizados en el informe, lo cual hizo saltar las alarmas del Colegio de Médicos y de la Agencia de Protección de Datos.

La historia

La OCU surgió como un movimiento de consumidores durante la Transición. Tras una década de actividades, incurrió en una grave crisis financiera y fue adquirida en 1987 por la asociación belga Test-Achats, una especie de club de consumidores que hace negocio de la comparativa de productos y del regalo de baratijas con la finalidad de lograr nuevas suscripciones.

Pero con sus polémicos informes comerciales, que concluyen que los usuarios están más satisfechos con los teléfonos chinos y de bajo coste Xiaomi que con los líderes del mercado Apple y Samsung, ha levantado la queja de numeras empresas y sectores y también ha generado suspicacias sobre la finalidad de los estudios.

La OCU ha demandado a este diario por informar que sus polémicos estudios de cremas hidratantes han tenido beneficios publicitarios y comerciales para la cadena de supermercados Lidl y también por destapar el entramado empresarial de empresas del que la OCU forma parte y que tiene ramificaciones en territorios off-shore como Hong Kong.

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