La nacionalización del Banco Gallego atrapa a Inditex y Grupo Campo

Ambos accionistas suman algo más de un 14% de la entidad, que afronta una junta general decisiva tras las amenazas del Frob

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Si nadie lo remedia, la nacionalización del 100% del Banco Gallego escribirá en la junta general extraordinaria de accionistas de este martes un capítulo trascendental. Dejará con un palmo de narices a insignes grupos empresariales gallegos, como es el caso de Inditex o Campo. Ambos accionistas suman algo más de un 14% de la entidad presidida por Juan Manuel Urgoiti, que se reparten entre el 2,46% de la compañía presidida por Amancio Ortega y el 11,5% en poder de Epifanio Campo. La operación acordeón (reducción del capital a cero para asumir pérdidas, e inmediata ampliación) que se planteará a la junta estaba diseñada inicialmente para que los accionistas con derecho de suscripción preferente pudieran acudir para mantener o ampliar sus posiciones, pero la entrada en escena del Fondo de Reestructuración Ordenada de la Banca (Frob) cambia todo el panorama.

El Frob, al igual que hiciera con NCG, que a su vez controla un 49,8% del Banco Gallego, ha decidido suscribir la ampliación tras la reducción de capital aportando 80 millones de euros, pero advirtiendo que llevará a cabo su estrategia sin tener en cuenta a los accionistas. Para ello, ya ha indicado públicamente que la resolución ordenada (liquidación) o venta del conjunto de la entidad se realizará, dice el organismo, “en representación y por cuenta de los demás accionistas, pero sin necesidad de obtener su consentimiento ni el de terceros distintos del comprador (eventuales acreedores), y sin tener que cumplir los requisitos de procedimiento exigidos en materia de modificaciones estructurales de las sociedades mercantiles”. Al igual que sucedió con el grupo de empresarios que vieron esfumarse el dinero invertido en NCG, nada parece impedir que en el caso de los propietarios del Banco Gallego también sean los tribunales los que tengan la última palabra si el Frob actúa finalmente y sigue al pie de la letra lo que ha manifestado.

Desacuerdo de los inversores

Epifanio Campo ya ha mostrado en privado su frontal desacuerdo con la situación generada, mientras que desde Inditex guardan silencio, aunque la participación del 2,46% es directa y que en su consejo se han sentado ilustres ejecutivos de la compañía, como Antonio Abril Abadín, secretario del consejo de Inditex, e incluso el mismo José María Castellano, hoy al frente de NCG, cuando todavía pilotaba la multinacional textil. No parece encontrarse en esa nómina de afectados Novagalicia, ya nacionalizada, que controla el 49,8% de la entidad presidida por Juan Manuel Urgoiti, y ha anunciado que venderá su participación. ¿Y los demás? Pues sucederá algo parecido al trance que tuvieron que pasar los accionistas gallegos de NCG, tras ver cómo los 70 millones de euros que invertían se han quedado en nada.

El 51% del Banco Gallego se encuentra bastante repartido. Epifanio Campo, con el 11,5%, y Javier Ungría, de Ungría Patentes y Marcas, con otro 11%, son los principales accionistas individuales. Juan Manuel Urgoiti, el presidente, controla el 7,4%, paquete en el que se incluye también la representación del 2,8% de la Fundación José Antonio de Castro. BNP Paribas tiene el 3,1% e Inditex, el ya mencionado 2,4%, según el último informe anual de la entidad. El balance del Banco Gallego que acompaña a la convocatoria de junta de este martes presenta un patrimonio negativo de 9,1 millones a octubre del 2012, frente a los 254,7 millones en positivo del 2011. Esa es la principal baza de actuación del Frob.

Reducción de Inditex y BNP

Inditex y BNP han reducido su presencia en el capital del Banco Gallego en los últimos años. El ejercicio 2008 terminó con mudanzas en la estructura accionarial de la entidad que dirige José Luis Losada. La ampliación de capital que a finales de ese año puso en marcha y cerró el banco, por importe de casi 72 millones de euros, alteró sensiblemente el equilibrio de fuerzas entre sus accionistas más relevantes.

Al margen de la entonces Caixanova, que acudió a la ampliación para mantener su 49,8% del capital del banco, accionistas como Inditex, BNP Paribas y el empresario Ramón Bahamonde, entre otros, recortaron sus participaciones hasta situarlas por debajo del 4% del capital. En el caso de la compañía presidida por Amancio Ortega, su paquete directo descendió del 4,3% al 3%, mientras que la multinacional bancaria francesa recortó su presencia desde el 5,5% hasta el 3,9%. Entre los socios con presencia en el consejo que elevaron su porcentaje de control se encontraba Epifanio Campo, que pasó de poseer menos de un 3% del capital a hacerse con más del 10%, por lo que logró situarse como segundo máximo accionista.

Sindicatos

Los sindicatos con representación en la entidad gallega temen el desenlace de la junta extraordinaria. Las últimas declaraciones del Frob han sembrado la duda en una plantilla que tiene 180 oficinas repartidas en toda España y alrededor de 730 empleados. La plantilla espera algún movimiento por parte del resto de inversores, sabedores de que el anuncio del organismo no ha gustado.

“No podemos prever lo que ocurrirá. Tenemos la esperanza en los inversores pero después del comunicado del Frob, no sabremos si querrán ir a la ampliación”, explican fuentes sindicales. “Tememos seguir el camino de Banco de Valencia”, indican.

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