“La exposición al sector inmobiliario ha sido la gran pifia de todos”

Los directivos de las cajas afirman que para que vuelva a fluir el crédito se ha de recuperar antes la confianza de los mercados

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

“La gran exposición al sector inmobiliario ha sido la gran pifia de todos”. Con estas palabras el responsable de riesgos de Caixa Penedès, Enric Venancio, asumía con claridad un mea culpa apenas insinuado por otros directivos de cajas que han comparecido por primera vez en el Parlament de Catalunya para explicar la situación de estas entidades catalanas.

Responsables de La Caixa, CatalunyaCaixa, Caixa Penedès, Caixa Laietana y Unnim, dieron en sede parlamentaria explicaciones sobre la situación y perspectivas de estas entidades en el marco catalán y español. Después los representantes de los partidos políticos plantearon sus dudas y preguntaron sobre las estrategias de futuro de las instituciones de crédito.

Diversos parlamentarios solicitaron una autocrítica de los dirigentes de las cajas. Quien más claramente entró al trapo fue Venancio. Admitió que estas entidades se colaron en su exposición al ladrillo. Consecuentemente, aseguró que en la caja que representa se está sustituyendo el crédito al sector inmobiliario por crédito a empresas y familias. “En esta nueva economía que se plantea también estamos atentos a financiar las empresas de nuevo cuño”, dijo.

Jordi Gual, subdirector de Caixa de Pensions dio más rodeos para admitir el error de la implicación de las cajas en la construcción. Consideró que las cajas de ahorros siempre han tenido respecto a su actividad crediticia una actitud excesivamente pro cíclica: “Cuando la economía va bien la apuesta de financiación aún empuja más en la dirección de ampliar los créditos, cuando se debería aplicar un comportamiento más equilibrado”. Además, según Gual, se dieron muchos créditos con gran facilidad y alegría mientras que el riesgo de esos préstamos se debería haber calculado sobre la totalidad del tiempo de su devolución y no sólo en relación al momento.

Por su parte, el jefe del servicio de estudios de CatalunyaCaixa, Xavier Segura también reconoció excesos en la concesión de créditos y lo justificó por la situación internacional. “Se daba hace unos años una situación paradójica: había una extraordinaria oferta de dinero muy barato y una cierta necesidad de que algunos países consumiesen esta cantidad de dinero que estaba en el mercado”.

Los préstamos internacionales primero

Los diputados catalanes preguntaron insistentemente cuando volvería el dinero a fluir en forma de crédito a familias y empresas. Las repuestas de los directivos bancarios fueron ortodoxas: “En primer lugar se ha de recuperar la confianza de los mercados internacionales a los que se pidieron en momentos de bonanza grandes cantidades”, dijo Gual. Cumplido este paso, todos los banqueros confían en que se vuelva a abrir el grifo y el flujo de capital llegue a la economía productiva con normalidad.

Josep Tió, de Caixa Laietana, dejó que en su intervención saltáse algún chispazo crítico. Afirmó que antes de la crisis se había producido un progresivo incremento de cuota de mercado de las cajas respecto a los bancos. Las cajas tenían dificultad para acceder a los mercados de capitales internacionales y tenían también un exceso de capacidad instalada. El directivo insinuó que dicha competencia con la banca les ha pasado factura a las cajas.

Todas las entidades se mostraron de acuerdo con la política del Gobierno de aumentar la ratio de capital que adelanta en dos años los acuerdos de Basilea III. En este sentido, el representante de La Caixa argumentó que a pesar de que ello castiga sus exigencias de capital, la entidad seguirá apostando por inversiones a largo plazo en empresas de servicios esenciales para la comunidad.

Sueldos de directivos

Por su parte, el diputado de Ciutadans, Jordi Cañas, apretó la tuercas al representante de CatalunyaCaixa al leer titulares periodísticos sobre incrementos de las retribuciones de altos directivos de Caixa Tarragona, una de las entidades fusionadas, mientras se pedía a los trabajadores que se congelasen el sueldo. Xavier Segura respondió que en su entidad la política de salarios variables se aplica a todo el personal y que las subidas de los directivos pasan por la correspondiente comisión de control.

El diputado del PSC, Ernest Maragall reclamó la creación de una mesa de diálogo conjunta de las cajas de ahorros y la Generaliat para debatir sobre el futuro de estas entidades.

Pere Aragonés, de ERC, preguntó reiteradamente a los responsables de cajas su opinión sobre el papel jugado por el gobernador del Banco de España en la crisis, sin que ninguno de ellos criticase claramente a Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

Tanto Laietana como Penedès, inmersas en proyectos con otras entidades de crédito de otras partes de España, destacaron los aspectos positivos de dichas operaciones. Entre estos, incrementar su solidez global y mejorar el acceso a los mercados internacionales de capitales. Los representantes de ambas cajas negaron que sus inclusiones en alianzas con otras cajas les resten autonomía de gestión en Catalunya : “el arraigo en Catalunya incuestionable” dijo Venancio.

Por su parte, Xavier Segura, de CatalunyaCaixa, desgranó el proceso de reestructuración de las cajas que se han fusionado: Catalunya, Manresa y Tarragona, y reafirmó la apuesta por crear una entidad bancaria que tendría en la aportación del Frob el capital preciso para cumplir el requisito de solvencia: 1.718 millones de euros. Asegurando, además, que en este trance el espíritu de la entidad se mantendrá a pesar de tener que crear un banco que asuma las funciones estrictamente financieras de la sociedad, “porque las líneas maestras son volver a la vocación tradicional: banca de proximidad y arraigo al territorio”.

Las intervenciones de los responsables de Unnim, Albert Renté y Ramon Flo explicaron la marcha de su proyecto de fusión estrictamente catalán y su transformación para adecuarse a las exigencias de capital del Gobierno. Renté dejó abiertas diversas posibilidades, desde entrar en alianzas con otras entidades a integrar a socios externos. En todo caso, aseguró que la catalanidad del grupo se mantendrá como siempre. Dio garantías también del papel social que seguirá realizando Unnim. Y en un rapto de entusiasmo afirmó que si se tuviese que legalizar hoy la caja se podría hacer como una ONG.

La comparecencia en el Parlament convocó a directivos de segunda fila de las cajas de ahorros catalanas: Jordi Gual, subdirector de La Caixa; Xavier Segura, jefe del servicio de estudios de CatalunyaCaixa; Enric Venancio y Ricard Banquells, director general y director de inversiones y riescgos de Caixa Penedès; Pere Tió y Albert Juncà, secretario general y jefe de inversiones y préstamos, de Caixa Laietana, respectivamente y Albert Renté, director del grupo financiero y Ramon Flo, director de la secretaría general y de los órganos de gobierno de Unnim.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp