La cúpula de NCG se enfrenta ante el juez a tres años de prisión

Tres años después de que Anticorrupción presentara formalmente la querella contra la antigua cúpula de Novacaixagalicia, el juicio a los directivos de las desaparecidas cajas gallegas por embolsarse indemnizaciones millonarias y dejar atrás una entidad quebrada, arranca este lunes. Julio Fernández Gayoso, José Luis Pego, Gregorio Gorriarán, Óscar Rodríguez Estrada y Javier García de Paredes siguen el mismo camino que antes los ejecutivos de la CAM y Caixa Penedés. Los acompañará el abogado Ricardo Pradas, como el jurista que asesoró en aquellos beneficios contratos para los directivos, que constituyeron uno de los mayores escándalos que dejó la caída de las cajas gallegas junto al drama de las preferentes.

La Fiscalía solicita una pena de tres años de cárcel por los delitos de de apropiación indebida y administración desleal o, alternativamente, de estafa, además de la devolución de 19 millones de euros que irían a parar mayoritariamente, en casi un 90%, a las arcas del FROB. El resto se lo quedaría Abanca, que está personada en la causa al igual que la asociación Adicae. El juicio intenta determinar si los imputados urdieron un plan para mejorar sus contratos antes de la fusión de las dos cajas, con el consentimiento de Gayoso y la asesoría de Pradas. Y si el blindaje de las indemnizaciones millonarias se hizo a espaldas del consejo.

El resultado de la pirueta contractual fue el siguiente:

José Luis Pego, el ex director general de NCG, se llevó una liquidación de 7,7 millones a su salida de la entidad. Le piden que devuelva 7,7 millones.

Javier García de Paredes, el negociador de la fusión por parte de Caixa Galicia y director general adjunto de NCG, se llevó 5,6 millones, los que le solicitan que devuelva.

Gregorio Gorriarán, que capitaneaba la división inmobiliaria, se embolsó 4,8 millones, que podría tener que retornar.

A Óscar Rodríguez Estrada, ex director de la oficina de integración, le solicitan la devolución de de una liquidación de 691.000 euros.

Julio Fernández Gayoso, ex director general de Caixanova y ex copresidente de Novacaixagalicia, habría consentido las modificaciones en los contratos mientras que el abogado Ricardo Pradas habría velado con su labor de asesoría que los cambios se hicieran bien.

Dos gestos

García de Paredes, el hombre afable de Caixa Galicia que Méndez aupó como su número dos, el directivo que ofrecía su coche a los trabajadores, obtuvo su contrato blindado con Novacaixagalicia constituida, ya en 2011. Fue el único que ofreció en reiteradas ocasiones devolver lo cobrado, aunque la Fiscalía no aceptó el ofrecimiento.

Julio Fernández Gayoso, en su declaración ante el juez instructora Ismael Moreno en noviembre de 2012, defendió que los directivos se merecían las indemnizaciones que se llevaron. Tanto él como Pego sostuvieron entonces que el Banco de España estaba al corriente de los nuevos blindajes y que no puso pega alguna. Esa será previsiblemente la línea de defensa de los imputados, que tanto el consejo como el Banco de España conocían la información.

Precisamente, al giual que los directivos encausados, desfilarán por la Audiencia Nacional inspectores del Banco de España, así como José María Castellano y González Bueno, presidente y CEO de Novagalicia.

Méndez se libra

Quién no estará será José Luis Méndez, el ex director general de Caixa Galicia. Salió de la entidad antes de la fusión, llevándose en el bolsillo su indemnización millonaria. Los tiempos, en este caso, resultaron fundamentales, al igual que lo fue el mandato del Banco de España para apartarlo de la gestión ante el mal balance de resultados que presentaba Caixa Galicia.