La Caixa saca pecho al final del primer semestre

Caixabank declara un beneficio de 833 millones y da por finalizado el proceso de conversión en banco en un tiempo récord

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Si se midiera únicamente el negocio puramente financiero, los números de Caixabank no serían tan optimistas. Pero la entidad que preside Isidro Fainé hizo una apuesta hace unas décadas para conformar una cartera industrial que, a día de hoy, sigue siendo la joya de la corona y una aportación esencial a la cuenta de resultados. De ahí, que pese a la caída del margen financiero en un 17%, la entidad se sirva de esa morfología de gran hólding para presentar unos números negros que son la envidia de un sector financiero muy tocado por la crisis.

En los primeros seis meses del año, antes de transformarse en Caixabank y comenzar a cotizar en los mercados bursátiles, el grupo obtuvo 686 millones de euros de sus dos filiales premium. Sólo de Telefónica ingresó 356 millones, mientras que el resto es la anotación por puesta en equivalencia procedente de Repsol. Para acabar de redondear el perfil contable del primer semestre, Caixabank se desprendió del 50% de su actividad aseguradora en el ramo de no vida, que proporcionó 463 millones. De ellos, 332 le han servido para realizar saneamientos extraordinarios, lo que redunda en una mejora sistemática de la solvencia.

Ése es justamente uno de los elementos de los que Caixabank hace gala. Liquidez y solvencia, dos indicadores con los que sacar pecho en España en estos momentos. Las disponibilidad de tesorería inmediata asciende a 21.633 millones de euros y dos terceras partes proceden de los pasivos de la clientela. Además, las emisiones de La Caixa en el mercado institucional asciende a 43.397 millones, de los que este año sólo tiene que atender 2.385 millones y otros 2.561 en 2012. Hasta el ejercicio 2015, Caixabank no tiene en el horizonte vencimientos de cuantías relevantes.

Mejora de la solvencia

En lo que se refiere a la solvencia, el capital básico ha pasado del 8,9% del primer semestre de 2010 al 11,3%, ratio incontestable en el sistema financiero español, tal y como subrayan sus directivos.

Esas buenas credenciales sólo adolecen por un lado: el negocio financiero puro sigue atascado. El margen de intereses (que relaciona el precio al que la entidad retribuye los recursos de clientes y el precio al que cobra sus productos) sigue en tasas negativas de dos dígitos, una tendencia que se arrastra desde trimestres anteriores. La actividad puramente bancaria no es la que aporta brillo al grupo, aunque sí la razón de ser de su existencia.

Cartera hipotecaria

Las razones que justifican esa situación es, según el banco, la especial composición de su cartera de hipotecas. En opinión de Joaquim Vilar, responsable financiero del grupo, la repreciación de los préstamos hipotecarios por la evolución del euríbor ayudará a reestablecer ese desequilibrio. Hasta junio, el margen financiero fue de 1.543 millones (frente a los 1.860) del año anterior.

En contrapartida, una fuente de ingresos típicamente bancaria, las comisiones, sí que han evolucionado al alza de forma notable, el 13,7%. Este último semestre se han facturado 772 millones frente a los 679 del 2010.

La morosidad de Caixabank a junio de 2011 ascendía a 8.531 millones de euros, el 4,3% frente al 6,5% de promedio en el sector. El banco catalán continúa como líder de las principales rúbricas del llamado negocio minorista (tarjetas, pensiones, nóminas, fondos de inversión, planes de pensiones…)

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