La banca mediana intenta fusiones ‘in extremis’

Egea, Menéndez, Medel y Franco piden al Gobierno que aplace una semana el decreto. Desean ganar tamaño antes de que Rajoy cambie las normas de juego

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Las presiones del Ministerio de Economía tras la nacionalización de Bankia se han acentuado hacia las entidades de menos de 100.000 millones en balance, la conocida banca mediana, para que plantee ya su futuro en común al Banco de España.

En las últimas semanas, se han desarrollado varias conversaciones de fusión que ahora serían insuficientes debido al endurecimiento del marco legal y que daría pie a más nacionalizaciones y subastas públicas en los casos más extremos.

Este jueves, el lobby bancario ha intentado frenar la enésima reforma del sector para dar una semana de margen a los pequeños banqueros. La intención es anunciar concentraciones la próxima semana y afrontar el nuevo escenario desde una posición de mayor fortaleza.

Las presiones han sido infructuosas y los responsables de esas entidades se han citado en un cónclave el próximo miércoles en Madrid para plantear las operaciones en el nuevo escenario que impulse De Guindos.

El cónclave

Liberbank, Ibercaja, Unicaja, BMN y Novagalicia Banc han mantenido contactos informales durante las últimas semanas para estudiar esquemas de asociación.

Los gallegos han sido los últimos en añadirse a la ronda ya que apuestan por su plan de recapitalización pero no descartan la subasta pública, así que mueven hilos para convencer a socios cómodos y que no arrasen “con el sistema financiero gallego”.

Las parejas

Carlos Egea y Manuel Menéndez han cortejado con sus respectivos bancos –BMN y Liberbank– para crear un grupo de 120.000 millones en balance, al que cabría añadir los 24.000 millones de Banco de Valencia si finalmente pujan por él y se llevan el gato al agua.

La operación podría cerrarse después de San Isidro y Unicaja estaría invitada, si se consiguen superar las diferencias con el presidente Braulio Medel. La Ibercaja de Amado Franco es reacia y quiere seguir liderando operaciones, como la integración con Caja3. En Zaragoza miran al norte, a las cajas vascas.

Sin embargo, De Guindos había congelado involuntariamente esos encuentros al avisar públicamente de las intenciones del Consejo de Ministros.

Aunque, tras comprobar cómo se las gasta el Ejecutivo en BFA, algunos presidentes de bancos, como Menéndez, han solicitado indirectamente al ministro la prórroga de una semana para desarrollar la nueva norma y el futuro mapa de entidades en paralelo.

La nueva pista de baile

El presidente Rajoy no está dispuesto a esperar, ya que quiere atajar la crisis de deuda. La nota de corte para las entidades estará por encima de los 150.000 millones y ninguna de las combinaciones planteadas pasará el nuevo listón a menos que vayan un paso más allá.

En términos de saneamiento, las exigencias serán mayores y difícilmente podrán ir contra resultados si no hay concentraciones por encima del listón.

La magnitud del caso de Bankia ha descolocado al grupo de banqueros que ha visto como en menos de cinco días el Gobierno decidía tomar las riendas del cuarto banco español apartando a su presidente y ordenando la toma del consejo de administración.

“Hace una semana sólo nos esperábamos que cambiaran a Rato”, asegura un alto cargo de banca. El próximo miércoles, los pequeños banqueros deberán decidir cómo siguen adelante y cómo convencen a De Guindos de que podrán transitar solos sin la tutela pública.

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