El ajuste de las cuentas públicas para cumplir los requisitos de déficit provocó en Galicia un brutal endeudamiento. Desde que Feijóo llegó a la Xunta la deuda se elevó más de un 105%, alcanzando los 10.000 millones de euros, según datos del Banco de España. La estrategia en el proceso que el presidente de la Xunta denomina “de consolidación fiscal” se centró en el cumplimiento del déficit, pues aunque la deuda se incrementase, el Gobierno gallego tenía la posibilidad de financiarse barato siempre y cuando el resto de datos macro fuesen positivos.
Feijóo ha dado por concluido ese proceso en el cierre de las cuentas de 2017. Según explicó el líder de los populares gallegos, la deuda actual se sitúa en el 18,5% del PIB, cumpliendo con el objetivo del 19% fijado para el pasado año en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Poco antes de la intervención del presidente, la Xunta envió un comunicado en el que anunciaba que la deuda se reducía por primera vez en diez años, sin especificar cifras.
El endeudamiento está prácticamente estable desde 2014, ubicado en ese 18% del PIB. Feijóo da por zanjado el ajuste en base a los objetivos de déficit. Según señaló, Galicia cerró 2017 con un déficit del 0,21%, sobrecumpliendo, una vez más, el objetivo marcado del 0,6%. De hecho, la Xunta cumpliría incluso el fijado para 2018, del 0,3%.
